1. Mi abuela Belén


    Fecha: 11/09/2020, Categorías: Anal Primera Vez Tabú Autor: LivYat, Fuente: xHamster

    ... 125 cm de circunferencia. No obstante, de rostro y, sobre todo, de actitud, lucía muchos años más joven de lo que era. Era una señora con mucha vitalidad. No la recordaba así en lo absoluto. Supongo que influyó el que tuviera más de siete años sin verlos, cuando yo aún era un pre-adolescente, con otra clase de intereses.Todo transcurrió con normalidad los primeros días. En la mañana salía de paseo al monte con mi abuelo, y cuando acabábamos la rutina volvíamos a casa. Por la tarde, él echaba una siesta de dos o tres horas. Se quedaba dormido en el sofá viendo la televisión. Mientras tanto, yo le ayudaba mi abuela con las labores del hogar, del huerto o alguna otra cosa más. Casi siempre había cosas que hacer.Pero el culazo de mi abuela llamaba más y más mi atención, lo que se veía influido por los pantalones ajustados que ella vestía, pantalones que remarcaban sus enormes posaderas. Mi obsesión iba en aumento conforme pasaban los días.De cualquier forma, me comporté ante ellos de forma correcta, como un abnegado nieto. Mas no quité nunca el ojo de mi abuela. Siempre que me era posible, y cuando nadie me veía, me la comía con los ojos, aunque eso me producía sentimientos de ambivalencia. Consideraba anormal sentir atracción por ella, pero a la vez influía el hecho de que no tuviéramos una relación cercana en el pasado, que no hubiera crecido con ellos, ni tampoco el que los visitara con frecuencia. Por las noches, solía masturbarme, y sin pensarlo mucho buscaba vídeos de ...
    ... señoras gordas. Me imaginaba que esas actrices eran mi abuela. Mi imaginación sexual estaba llegando muy lejos, y los tabúes desaparecían en mi subconsciente.Todo seguía transcurriendo con normalidad entre mis abuelos y yo. Al sexto día, mi abuela y yo acabamos la rutina vespertina un poco más temprano de lo habitual. Le dije que iba a aprovecharlo para salir a dar una vuelta en bici y conocer los alrededores. Mi abuela se sorprendió, diciendo que no sabía que yo había traído una bicicleta, y me pidió que por favor se la prestara un rato, que hacía muchos años no utilizaba una y que le apetecía. Se la presté y ella se fue a dar una vuelta. Me sorprendió la soltura con la que la condujo. Bien dicen que andar en bicicleta es algo que no se olvida. A la media hora volvió, me dijo que le había encantado la experiencia, y me lo agradeció. A la vez, me dijo que estaba muy contenta, porque mi presencia había ''reanimado'' la casa. Yo le dije que gracias, que también me lo estaba pasando bien, que estaba aprendiendo cosas distintas y experimentando nuevas sensaciones (nada más lejos de la realidad). Me dijo que ella también.En la mañana siguiente mi abuela me comentó que había despertado muy adolorida, que tenía dolores en la entrepierna y que tenía muchas agujetas en varias zonas del cuerpo. Todo tenía sentido. Utilizar la bicicleta le había afectado sobremanera.Le dije que no se preocupara, que eso era normal, y que se le pasaría en un par de días. Mi abuelo también dijo lo mismo.En la ...
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