1. Sin inhibiciones


    Fecha: 29/07/2020, Categorías: Intercambios Autor: Anónimo, Fuente: RelatosEróticos

    ... senos resultaban una invitación imposible de desechar. Sin pensarlo me metí en la ducha con ella.
    
    Apenas se dio vuelta y me dio la esponja para que la frotara. Lentamente comencé a frotarle la suave espalda desde la nuca hasta la cintura y luego bajando por el culo hasta las piernas. Cada movimiento mío era replicado por un gemido de ella, parecía una maquina de sentir, que estuviera hecha sólo de placer. Luego se dio vuelta y me limpió a mí, deteniéndose en mi pija que ya estaba cada vez más dura. Nos enjuagamos rápidamente y sin dejarla que llegue al dormitorio la acosté en la alfombra del baño y comencé a chuparle la concha. Ella gemía y se revolvía de placer, descubrí que era mucho más sensible que mi esposa. Cada gemido de ella me excitaba cada vez más, le tomé los pechos con las manos y le pellizqué los senos, cada vez gemía y se retorcía más. Sin dudarlo agarré mi pija y comencé a apoyársela en la concha.
    
    Le tomé un seno en la boca y con la lengua le acaricié el pezón, grande y rosado. Ella se retorcía y me empujaba con las piernas para que la penetrara.
    
    - Cógeme, cógeme... - Me gritaba mientras yo seguía apoyándole sólo la pija en la concha. - ¡¡¡No seas malo, cógeme ahora!!!
    
    En ese momento la puerta del baño se abrió y entró Maria. Yo no dejé de ocuparme de Ana, y seguí chupandole las tetas hasta que en una fuerte embestida le metí la pija hasta el fondo. Ella pareció acabar en ese momento y gritó y comenzó a moverse. María que no quería perderse la ...
    ... acción se acercó a Ana y le dio su concha para que se la chupara. Allí estaba yo, cogiendome a la amiga de mi mujer, mientras ella le chupaba la concha. Empujé con más fuerza todavía, cada vez más fuerte.
    
    - ¡¡¡Sí, cógeme, cógeme, más, más!!!
    
    Sentirla acabar fue fabuloso ya que se sacudió toda y gritaba como si fuera la ultima vez. Casi acabo allí mismo pero vi a Maria que estaba allí expectante.
    
    - Ven ponte en cuatro. - Le dije mientras sacaba mi pija de la concha de Ana en medio de sus lamentos.
    
    Sin demorarse, Maria se dio vuelta y me puso su hermoso culo a mi entera disposición. Ana ni lerda ni perezosa se dio vuelta y comenzó un 69 con Maria mientras yo le lubricaba el ano.
    
    Sin darle tiempo a protestar comencé a meterla la pija en el culo a Maria. Era increíble lo bien que se sentía y cómo me gustaba cogermela por atrás, podía sentir que me apretaba la pija, el esfuerzo que costaba metersela al principio, cómo pegaba pequeños grititos hasta que se acostumbraba.
    
    No le di tiempo y comencé a cogerla cada vez más rápido. Me encantaba ver mi pija salir y entrar en el culo de Maria, era fabuloso. A todo esto Ana seguía chupandole la concha y cada tanto le metía un par de dedos. Podía sentir que estaba a punto de acabar, la excitación era fabulosa, me encantaba todo esto. Me encantaba que mi mujer se estuviera acostando con otra y que yo también pudiera cogérmela. Me gustaba que ella compartiera el sexo de esa manera.
    
    Estaba en esos pensamientos cuando por fin ...
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