1. Me cepillé a mi tía


    Fecha: 05/07/2020, Categorías: Anal Autor: katherin, Fuente: CuentoRelatos

    ... caricias que le prodigaba a mi polla. Envolví su clítoris con mis labios chupándolo con fuerza. Mi tía se retorcía con aquella caricia, pareció perder el control hasta acabar lanzando un fuerte grito mientras llenaba mis labios con sus jugos vaginales. Joder, ¡menudo orgasmo había logrado arrancarle a aquella madurita! Estaba seguro de pasarlo muy bien mientras estuviera en casa de mi tía.
    
    Olga se separó de mí mientras se recuperaba de su orgasmo, pero no tardó en volver a hacerse con mi miembro el cual empezó a chupar de manera brutal tragándolo de una sola vez y expulsándolo de su boca a un ritmo endiablado.
    
    —Miguel, vamos fóllame de una vez. Te necesito… necesito tenerte dentro de mí.
    
    Agarró con decisión mi polla entre sus dedos y se colocó a horcajadas sobre mí apoyando la cabeza de mi miembro en la entrada de su sexo. Respiró con fuerza unos segundos dejándose caer sobre mi endurecida herramienta la cual ingresó en su empapado coño sin aparente dificultad. Lanzó el cuerpo hacia atrás clavándose mi implacable miembro hasta el fondo.
    
    —Me llena… Dios, cómo me llena. Menuda polla tienes muchacho. Ojalá mi marido tuviera algo así….
    
    La agarré de las caderas ayudándola a clavarse aún más si eso era posible. Se mantuvo quieta unos segundos tratando de acomodarse al tamaño de mi pene para empezar a degustarlo moviéndose de manera lenta. La ayudé siguiendo el ritmo que Olga marcaba de manera exquisita. Aquella mujer sabía lo que se hacía, sabía moverse lento ...
    ... cuando hacía falta para pasar a adquirir mayor velocidad cuando lo consideraba apropiado. La obligué a tumbarse sobre mí haciéndome con sus redondos senos los cuales empecé a chupar mientras mi tía comenzaba a cabalgar de manera brutal.
    
    —Miguel, mi niño…. fóllame, Dios mío, fóllame así vamos. Me quema por dentro, pero me encanta.
    
    —Sí, muévete así…vamos muévete —la animé a que continuara torturándome de aquel modo.
    
    Olga se incorporó echando la cabeza hacia atrás y explotó nuevamente llenando mi instrumento con sus abundantes jugos. Pensé que quien había encontrado un tesoro con aquella mujer era yo. Observé como mi tía lloraba plenamente agradecida por los orgasmos que le había hecho sentir. Traté de buscar mi oportunidad ahora que la tenía completamente entregada y dirigí mis dedos hacia la entrada de su estrecho ano. Olga se quedó quieta encima mío y mirándome a los ojos me dijo con voz autoritaria:
    
    —Miguel, eso no. Te dije que hoy no. Ya tendremos tiempo para que me lo folles, pero hoy no. ¿De acuerdo?
    
    Sonreí aceptando sin rechistar su requerimiento y abandoné su ano colocando mis manos nuevamente en sus caderas.
    
    —Así me gusta, buen chico. Ahora quiero que me folles hasta que revientes y me llenes con toda tu leche —me dijo mientras empezaba a cabalgar nuevamente sobre mí.
    
    —¿De veras puedo correrme dentro de ti? Me encantaría hacerlo.
    
    —Pues claro tonto. Tranquilo que no me dejarás preñada. Imaginando lo que podía pasar tomé precauciones así que tranquilo ...