1. Me cepillé a mi tía


    Fecha: 05/07/2020, Categorías: Anal Autor: katherin, Fuente: CuentoRelatos

    La historia que voy a contar sucedió hace un tiempo, en concreto unos tres años. La empresa de seguridad en la que trabajo me propuso trasladarme de Tarragona a Valencia durante una temporada pues tenían falta de personal. Accedí pues me ofrecían unas condiciones laborales y económicas mejores y además se trataba de estar un año así que no tardaría en estar de vuelta en mi querida ciudad.
    
    En la ciudad del Turia vivía la hermana de mi madre con mi tío y mis primos lo cual me animó aún más a la hora de aceptar la oferta de mi empresa. Al menos no me encontraría solo en una ciudad extraña. La verdad es que soy bastante sociable y no tengo problemas para relacionarme con la gente así pues no lo pensé dos veces y en una semana me encontraba montado en el tren camino de Valencia. No quería molestar a mis tíos con mi presencia, tenía pensado buscar un piso lo antes posible para poder disfrutar de mi propia independencia.
    
    Hacía tres años que no tenía noticias de mis tíos y de mis queridos primos. La última vez que coincidimos fue en el pueblo un mes de julio que fui tras varios años de ausencia. Allí me encontré con mis primos y con los amigos de correrías de cuando era mucho más joven.
    
    Nunca había pasado por mi cabeza tener nada con mi tía, era la hermana menor de mi madre, por aquel entonces tendría unos 39 años y yo 25. Mi tía Olga es realmente encantadora, siempre divertida, dicharachera y terriblemente ocurrente en las conversaciones que mantiene. Al menos esa era ...
    ... la imagen que recordaba de ella tras años de no verla.
    
    El Euromed que me trajo a Valencia llegó a la Estación del Norte a las ocho en punto. Una vez bajé al andén, lo recorrí hasta llegar al vestíbulo y no tardé en reconocer a mi querida tía y a mi prima Amparo la cual se entretenía con las llaves del coche en la mano. Les di un beso a cada una y amablemente comenté que ambas estaban muy guapas a lo cual mi tía dijo que siempre se agradecía un piropo como ese.
    
    De camino a casa le dije a mi tía que en el momento en que pudiera buscaría un piso. Mi tía y mi prima contestaron que hacía mucho tiempo que no me veían, que la casa era grande y que todos estarían encantados de tenerme como invitado. Agradecí la invitación cortésmente, pero les dije que buscaría alguna cosa cercana a ellos para que el contacto fuera lo más habitual posible. Olga replicó que hiciera lo que quisiera pero que en casa no iba a molestar.
    
    No tardé en fijarme de manera más detenida en mi tía y en mi prima. Amparo tiene 20 años y es una auténtica preciosidad, todos los muchachos del pueblo iban detrás de ella, aunque la verdad es que ella nunca les había dado pie a nada. Siempre le había gustado ir a la suya, disfrutar de su propia libertad. Tenía el pelo de color castaño oscuro, liso y le llegaba a la altura del cuello. El tiempo que hacía que no la veía la había hecho desarrollarse de manera considerable. Ya no era ninguna niña, la verdad es que era una mujer verdaderamente apetecible en la que ...
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