1. La mejor cena de mi vida


    Fecha: 01/07/2020, Categorías: Masturbación Autor: locol1169, Fuente: CuentoRelatos

    ... ocupada.
    
    Entra y sale, entra y sale, el movimiento se hizo rítmico, empujábamos lengua, verga y cuerpo sobre el clítoris de Claudia jadeaba de placer y solo se escucharon dos orgasmos al mismo tiempo, las dos temblaron una bajo la otra. Las tetas de Claudia en las manos de Paty y las de Paty en las mías. No dejaba de empujar hasta que me vine con chorros de leche acumulados, de toda la noche. Sentí como escurrían de la concha de Paty, sobre las piernas de Claudia. Saque la verga y se la di a Claudia, su lengua seco lo que sobraba, succionándola poquito. Solo para que despertara.
    
    Estábamos sudando, era época de calor y se venía la mañana. Claudia trabajaba y tenía que preparar el uniforme.
    
    Revisó que todo estuviera en orden, lo planchó rápidamente y se metió a la ducha.
    
    Me había quedado con ganas de probar, si su culito era como se veía.
    
    Así que me metí con ella a la regadera. Me vio y se hizo a un lado. Solo dijo
    
    —que rico te la cogiste, creí que no me tocaría.
    
    Le sonreí y la empecé a besar, baje a sus nenas, su pezón estaba duro y el agua le corría por el cuerpo.
    
    —Es delicioso.
    
    —Te gustan mis bubies?
    
    No respondí, no era necesario. Estaba de espaldas a mí y se restregaba en mi miembro.
    
    Tome un poco de jabón y lo froté por todo su cuerpo. Resbalaba delicioso, sus tetas, su abdomen, su duro trasero. Ella hacía ruiditos cachondos.
    
    La puse de frente y la besé, nuestras lenguas se entrelazaron como víboras apareándose. El agua nos corría por la ...
    ... cara, recorramos nuestros cuerpos enjabonados, con prisa de pubertos en su primera cita, en un viaje de reconocimiento.
    
    Se puso de rodillas y me chupo la verga, estaba dura y roja, lista para la acción, la recorría desde la base hasta la punta, la metía completa y la sacaba. Su saliva se mezclaba con el agua que escurría, la empujaba de la cabeza para meterla hasta su garganta en movimientos rítmicos.
    
    La levanté para comerme su conchita, me hinque, subió su pierna en mi hombro y se sostuvo del cancel. Subía y bajaba delicioso.
    
    Masajeaba su culito con el dedo índice y el pulgar en su conchita, entraba y salía, mordía su clítoris, despacito con cariño pasaron 3 o 4 minutos y se vino en mi cara, sus fluidos corrieron junto con el agua. Con sabor a sexo, delicioso. Pegaba unos gritos que seguro despertó al vecindario.
    
    Me puse de pie, la voltee y le pedí que se empinara como si se le hubiera caído el jabón, lo hizo y su coño apareció, hermoso, rosado, apretadito como lo imaginé.
    
    Fui metiendo el glande, despacio mientras ella gritaba un poco, muy despacio, masajeaba su clítoris para que se abriera el ano, de repente me pidió que la empujara.
    
    —Dale fuerte —gritaba
    
    —Segura?
    
    —Si dale que me gusta
    
    Apoyo la mano en la pared y con un movimiento rápido la enterré por completo, las pelotas rebotaban en sus nalgas mientras se movía rápidamente.
    
    Acariciaba su clítoris y se mojaba como si no le hubiera pasado en días.
    
    Escuchaba sus gritos de dolor y placer, de ...