1. Con el maduro de la tienda...


    Fecha: 30/06/2020, Categorías: Gays Sexo con Maduras Autor: renovatio111, Fuente: xHamster

    ... colgados por los empleados para amenizar el duro trabajo de carga y descarga. Estaba en penumbra, lo que indicaba que la mayoría de trabajadores se habían marchado ya; tan sólo quedaba una zona de luz, donde se encontraba frente a una mesa el encargado en distraída actitud de espera. Mario le saludó y conversaron un rato; mientras tanto me fijé en la revista porno abierta sobre la mesa del encargado, que hacía juego con los pósters de tías en bolas colocados en ese lado de la pared. Si me ponía a pensarlo, aquel lugar amplio y cargado del deseo sexual de decenas de trabajadores sudorosos me daba un morbo curioso.Cuando terminaron de hablar, el encargado le dio a Mario unas llaves, recogió sus cosas y se marchó por la puerta de la calle. Mientras ésta se cerraba, el comiquero me guiñó un ojo y me indicó que le siguiera.- Vamos Jorge.Cogió un radio-casette-cd de mano que había sobre la mesa y caminó hacia un lateral de la sala. Al pasar frente a la puerta de entrada utilizó una de las llaves que le había dado el encargado para cerrar del todo el pestillo. Luego siguió caminando con paso enérgico y me guió a través de un conjunto de pasillos y despachos, encendiendo las luces a medida que avanzábamos. Todo el lugar estaba repleto de libros y revistas, organizados en estantes y cajas o simplemente apilados en los rincones. La parte de los despachos estaba enmoquetada y olía a oficina.- Le he comentado que me llevará un rato organizar los encargos –explicó Mario mientras ...
    ... recorríamos el almacén–, y como tenía prisa por marcharse me ha dejado las llaves para que lo haga con calma y cierre yo.- Vaya, así que hay confianza ¿no?- Llevo viniendo aquí varios años, me conocen bien.- Pues te ayudo a organizar eso si quieres –de hecho ya estaba impaciente por volver a la carga, pero no quería dejar de ser amable, sobre todo teniendo en cuenta que él lo era mucho conmigo. Sonrió.- No hará falta, le he mentido; en realidad el tema está prácticamente resuelto.Até cabos. - Así que estamos solos y sin nada que hacer, ¿verdad?- Hombre, algo que hacer sí tenemos… –Lo dijo en un tono de voz que me pareció bajar hasta mis pantalones y acariciarme la polla. La situación perfecta para descargar nuestros deseos, sí señor, Mario se estaba portando aquella tarde.Llegamos al departamento de cómics y revistas, que me recordaba un poco a la trastienda del local de Mario por los estantes llenos de mercancía, pero esta habitación era algo más grande, enmoquetada, y con una iluminación cálida y plena. Se estaba a gusto en el silencio de aquella sala. Colgué mi cazadora en un perchero que había por allí mientras Mario enchufaba el radio-cd y lo dejaba colocado en un rincón. Me tendió su chaqueta, y en cuanto me volví para colgarla empezó a sonar una música cañera y agresiva.- Este es el CD que se pone el encargado para follarse a las secretarias. Te va a encantar.Aquello me hizo gracia. No había acabado de reírme cuando Mario se adelantó y, muy suavemente, me cogió de la barbilla ...
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