1. EL CIELO EN MAR


    Fecha: 22/06/2020, Categorías: Intercambios Autor: vago82, Fuente: SexoSinTabues

    ... cocina, pero me fui tras de ti. Te sorprendiste cuando me viste tras de ti. “Perdón, yo le ayudo” te dije tomando el recipiente con los cubos de hielo y al darme la vuelta, te pasé el antebrazo por el pecho. Tu rostro cambió, cerraste los ojos y te quedaste parada. “Yo no quería venir a importunar, pero, dado su estado, decidí traerlo a su casa y me obligó a que lo acompañara a tomar acá, lo cual agradezco porque me permitió ver a una mujer encantadora”, te dije acariciando tu brazo y mirando al trasluz tu triángulo negro. Levantaste la mano para darme una cachetada, la detuve y te di un tierno beso que correspondiste metiendo tu lengua en mi boca. Supiste entonces que mi aliento no era de borracho, tu cara se puso más roja, tus pezones estaban erectos y te volví a besar, abrazándote con suavidad hasta bajar una de mis manos a tus nalgas y sentí que tu calor crecía pues tu lengua se enroscaba con la mía y me abrazabas fuertemente acercando tu pubis al mío restregándolo con sentida lujuria. Tuvimos que detenernos al oír que él gritó “¿Ya está la copa?”. “Sí, ya va”, le contestaste, y me diste un beso más. Sí, era cierto, lo que necesitabas era un trato con ternura y yo estaba dispuesto a dártelo. Fuimos al comedor, servimos un trago con mucho ron y otro con poco ron y refresco, el cual rebajé con agua para que pareciera que estaba tan cargado como el otro, llevándolos a la sala. Tú trataste de ir a tu cuarto, pero su grito te detuvo. “¿A dónde vas?, ven acá con nosotros, ...
    ... sírvete un trago porque ahora vas a tomar al parejo nuestro. Te regresaste a la mesa y te ibas a servir solo refresco, pero él dijo “No, ten ésta y extendió su vaso” lo tomé y, dándole la espalda, te di el mío. Fuiste al sofá y te sentaste con el vaso en la mano en tanto que yo me serví uno como el que te di y me fui a la sala para darle a él el vaso con mucho ron. Ni cuenta se dio, los tres se veían iguales. “¡Salud, inge; salud Mar!”, dijo y nosotros, mirándonos a los ojos, sólo dijimos “¡Salud!”. “¡Ahh, está rico y los sirvió fuertesistos, ingeniero!” dijo tu marido saboreando el trago, en tanto que tú hacías un gesto engañador para dar a entender que sí estaba fuerte. “Ah qué mi vieja, sólo le dio un besito a su vaso y ya está de gestuda. ¡Tómate un buen trago, que yo la vea!, insistió y tú tomaste un gran trago, volviendo a hacer cara de disgusto. “Así me gusta mami”, te dijo cariñosamente. “Ven acá, a mi lado”, te rogó. “Allí no quepo”, respondiste. “En mis piernas, mamacita…”, te contestó abriéndolas y movió la cadera hacia arriba. “Estás borracho”, insististe en tu negativa. “Pues ahora te tomas todo tu vaso para que nos alcances y vienes acá”, exigió gritando. “Nos lo tomamos, para que no se nos caigan allí”, dijiste riéndote para simular que ya estabas alegre. “¡Eso, ya te estás entonando, salud!, hasta verle el fondo” dijo empinándose el contenido. Tú también lo tomaste y terminaste después que él, quien quedó convencido que tendrías con eso. “Ahora ven acá”, te ordenó ...
«1...345...»