1. Elena (A.C.) - mi masoquista IV - Final


    Fecha: 21/06/2020, Categorías: Hetero Autor: Cold_P, Fuente: CuentoRelatos

    ... cúbrete eso
    
    —Relájate Janine – dije y dado que estaba muy caliente y por lo curioso del momento (estúpidamente) añadí con una sonrisa - ¿A poco no se te antoja?
    
    —¡Hey! – me espetó Elena como en advertencia y añadió dirigiéndose a su hermana – La dueña de la casa no está y si vas de chismosa, yo también puedo contar algunas cosas Janine. Tú también tienes cola que te pisen
    
    —No chinguen, váyanse por favor – suplicó aun enojada Janine
    
    —Mira güey, si te quieres quedar, me vale madres – sentenció Elena – si te quieres ir, también me vale madre. Nosotros vamos a seguir cogiendo. Así que es tú pedo.
    
    —No mames… - comenzó a protestar Janine pero Elena la interrumpió
    
    —¿Tienes algún problema pelón mío? – me preguntó, pero al ver que mi miembro seguía apuntando al cielo – Entonces ven y hazme lo que se te antoje.
    
    Sin saber qué hacer y teniendo a dos impresionantes hembras frente a mí (una desnuda y la otra en ropa interior) me quedé inmóvil. Sin embargo, mi calentura fue más y mi lado exhibicionista salió a relucir. Tomé mi verga y, mientras me masturbaba lentamente y me acercaba a Elena, clavé mi mirada en Janine mientras le sonreía. Me olvidé del mundo a mí alrededor y me concentré completamente en la mujer que me reclamaba. Le ordené que se levantara, que quería que me cabalgara y que quería destrozar completamente su ya maltrecho trasero. Ella, feliz de tener un pene dentro de sí, se acomodó al instante comenzó a moverse como si estuviera poseída. Sin ...
    ... importarme que su hermana estuviera ahí, solté una lluvia de azotes sobre esas ya rojas, pero deliciosas nalgas. De repente, alternaba los duros y firmes golpes sobre los pechos o su cara. Elena sólo gemía de placer y al parecer no notaba mis golpes. Me concentré nuevamente en sus nalgas, pues vaya que me encanta y me fascina azotar culos.
    
    Tras alrededor de 20 minutos así (sin dejar de azotarla) ella se vino abundantemente sobre mí y como notó que yo aún no terminaba, sonrió y me dijo: “quiero tragarme toda tu leche mi amor”. Sin más, se quitó de mí y de inmediato se tragó mi verga en un delicioso 69. Tragó casi en su totalidad mi carajo y después volvió a decir: “si quieres, puedes seguirme azotando, o haz lo que quieras, sólo córrete en mi boca.”
    
    Feliz de su entrega, le ensarté cruelmente 3 dedos en el ano, mientras hundía mi cara en su concha o de vez en cuando le soltaba una buena y fuerte nalgada en sus ya moradas nalgas. Ni siquiera rechistó ante la invasión de alguno de sus agujeros o los golpes. Simplemente se dejaba hacer. Tras casi 5 minutos así, estaba por venirme y comencé a azotarla sádicamente. Vaya que fue un orgasmo que casi me quita la vida. Perdí mi visión por un momento y mientras Elena seguía prácticamente succionándome la vida, miré hacia donde se encontraba Janine, la cual estaba observándonos con la misma mirada perdida que su hermana tuviera instantes atrás.
    
    Cuando Elena terminase, se levantó, miró a su hermana, apagó la luz y se acurrucó, tambaleante ...
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