Así preñé a un par de desconocidas - Relatos Eróticos

Así preñé a un par de desconocidas

... sonrisa de aprobación. Mira cariño, te presento a mi amigo el atleta. Atleta y superdotado -contestó ella-, menuda polla calza. ¿Has visto? Creo que yo he tenido la culpa por acercarme demasiado a ella. A ver, acércamela que la conozca mejor.Sin tiempo a que pudiera decir nada, tiró de mi polla hasta ponérsela en la boca de su pareja que comenzó a darle besitos, bocaditos y finalmente se metió mi glande erecto hasta su garganta para mamarla bien. El placer fue tan profundo que me paralizó todo el cuerpo. Por un momento pensé que me iba a correr invadido por la intensidad del erotismo y placer que sólo ellas sabían dar como nadie.Mi polla seguía erguida por los lametones de una lengua que no paraba de sacar todo el gusto de ella. De repente se la sacó de la boca y la miró fijamente. Mira que brillo le he sacado a tu polla. Está divina así.Escupió sobre ella y comenzó a frotar la palma de su mano sobre mi prepucio produciéndome un tremendo placer que desafiaba mi equilibrio. ¡Uuumm! Me gusta cómo goza tu atleta. Ahora quiero ver como se la comes tú, pedazo de puta. Exclamó su pareja.Agarró su cabeza con una mano y con la otra cogió mi polla y se la metió violentamente en su boca hasta producirle una gran arcada. Eres una puta muy traviesa. Te voy a enseñar lo que les ocurre a las zorras que buscan pollas sin mi consentimiento.Volvió a agarrar su cabeza con las dos manos y la empujó sobre mi polla hasta dar con su cara en mi barriga. Sentía como las arcadas se sucedían una a una ...

... en mi polla erecta, y cómo por mis piernas corría su saliva en cada una de ellas. Abre la boca puta. Volvió a exclamar mientras sacaba mi polla.Metió su mano en ella y le escupió con virulencia para restregar su saliva y por toda su cara. Ahora quiero que te folles a tu atleta como una zorra que eres. Tú -dirigiéndose a mí- túmbate aquí.Si hasta el momento había sido incapaz de decir nada, menos lo iba a hacer ante aquella imponente dominatrix, así que obedecí sin más y me tumbé boca arriba, dejando mi polla erecta aún húmeda de la tremenda mamada que me habían dado ambas.La sirena se puso en cuclillas y agarrando mi nabo se lo introdujo en su coño que chorreaba tanto como su boca. Empezó a moverse lentamente, y acelerando en cada penetración. Se le veía gozar tanto como yo y comenzó a jadear como una perra en celo. ¡Ah! ¡Ah! ¡Qué rico! ¡Cómo me pone esta polla! ¡Uuuuum! Así me gusta zorra. Exclamó su pareja mientras repetía la misma postura sobre mi cara. ¡Come cerdo!Sin opción a nada nuevamente, me plantó todo su coño en mi boca y sujetando mi cabeza con sus manos, comenzó a frotar su clítoris por toda mi cara. ¡Saca bien la lengua atleta y come cabrón!Nada podía hacer ante aquella ¿violación?, así que estiré todo lo que pude mi lengua comencé a seguir el ritmo de su coño mientras ella apretaba fuertemente mi cabeza con sus piernas y tiraba de mi pelo para que no pudiera escapar.Era cuestión de minutos que me corriera ante el placer de esa escena de dominación absoluta. Mi ...