Así preñé a un par de desconocidas - Relatos Eróticos

Así preñé a un par de desconocidas

... bien su silueta voluminosa que se extendía por sus piernas, rígidas y bien trabajadas. ¿Te gusta así? -Volvió a buscar mi aprobación sin saber qué decir. Claro que me gusta, pero como sigas así no sé si me voy a quedar dormido en tus manos. De eso nada. Sería una pena que te perdieras este momento tan sensual. ¡Me das miedo! -exclamé con la esperanza de no romper la magia del instante. No tienes que temer nada, encanto. Estamos solos y se ha quedado una tarde divina para contemplar una bonita puesta de sol. Bueno, tanto como solos, creo que no. Tu amiga anda por ahí.Ella no se inmutó con mi corrección y mirando hacia ella me susurró al oído como quien cuenta un secreto íntimo. ¡Psss! No es mi amiga. Es mi pareja.Aquella respuesta me desconcertó más aún. Es más, la sorpresa de aquella revelación me hizo apartar mi cabeza de sus suaves manos y girar sobre mi cuerpo para reincorporarme en el agua. ¿Cómo? ¿Te estás quedando conmigo, verdad?Ahora que la veía de cara pude apreciar con mayor claridad la belleza de un rostro que transmitía serenidad y dulzura, gracias a unos impresionantes ojos azules y una sonrisa cautivadora.Mientras me quedaba hipnotizado con su belleza, ella se incorporó y se dejó caer suavemente al agua hasta llegar a mí. ¡Ey! ¿Por qué te iba a mentir?Avanzó un poco más y sin esperarlo me agarró de la cintura con el brazo medio tendidos. Ella y yo somos una. ¿Ves que se preocupe?En ese momento y a pesar de que me mi polla se encontraba en el mar, comencé a ...

... sentir una gran excitación que me provocó una tremenda erección que no podía ocultar ante ella. ¡Uy! ¿Y aquíe que ha pasado? - Exclamo ella con una sonrisa picarona.La vergüenza se apoderó de mí y subió hasta arriba para colorearme la cara. ¡Vaya! Parece que a tu polla le gusta mi presencia - Sugirió ella con voz sensual.Sin tiempo para reaccionar y paralizado por una situación que escapaba de mi control, ella extendió aún más la mano hasta agarrar fuertemente mi nabo. ¡Pero qué dura la tienes! Esto habrá que aprovecharlo. Sería una lástima que esta polla se quedara sin su merecido por sinvergüenza.Noqueado por su atrevimiento traté de decir algo, pero apenas tuve fuerzas para balbucir un par de palabras sin sentido. ¡Psssss! No digas nada y déjate llevar por el momento.Y así lo hice. Me entregué a sus órdenes en aquella cala solitaria ante la atenta mirada de su pareja que ahora miraba con total naturalidad como ella magreaba mi polla erecta.Tímidamente acerqué mis manos a sus pechos y comencé a tocarlos suavemente. ¡Uuum! Pensaba que no te ibas a animar. ¡Lámelos! ¡Venga!Incliné mi cabeza ligeramente y comencé besuquear sus pezones erectos mientras ella empezaba a zarandear con mayor virulencia mi polla. Podía notar como su respiración se aceleraba al mismo ritmo que mi corazón. Estaba muy caliente y se notaba. Anda, vamos a la orilla que quiero hacer cositas con esta polla.Y sin soltar mi polla de su mano, me acercó a la orilla, donde esperaba su pareja sentada y con una ...