1. Sexo en el autobús interprovincial


    Fecha: 29/04/2020, Categorías: Transexuales Autor: Penegrande, Fuente: CuentoRelatos

    ... estado manoseándome un buen tiempo hasta que mis jugos empezaban a hacer pequeños chasquidos con cada roce, los que se mojan bastante sabrán a lo que me refiero.
    
    Yo no podía verle los ojos de ella, pero yo sospechaba que ella se hacía la dormida y veía con ojos de pequeña como ese penezote era masturbado en su delante. Le azoté con mi pene en sus mejillas, dejándoselo mojado, le acerqué mi sexo a su boca y nariz para que lo oliera, no tenía reacción ninguna, al poco tiempo ella se movió un poco y emitió ese sonido ligero y característico de la boca que hacemos todos al semi-despertarnos (y no estoy hablando de bostezar).
    
    Hizo como que despertaba y lo miró directamente, no dijo palabra, emitió unas pequeñas palabras de sorpresa apenas audibles para mí y sin hacer más inmediatamente empezó a chuparlo primero por los bordes que era lo primero que su boca podía coger. Podía ver como sus labios se contornaban al borde de mi pene grueso, era como verla chupar un chupete gigante
    
    Luego, se atrevió a más y me la empezó a chupar más frontalmente cuando levantó su cabeza. Al verla así, le empecé a empujar su cabeza hacia al fondo, para que se lo tragara todo, su boca pequeña abría todo su contorno para meterse tremendo bocado. Aproveché en bajarme más el pantalón, hasta la altura de mis muslos.
    
    Con su mano izquierda sacó mis bolas y las acarició, mientras se erguía mi paquete en su boca cargada de saliva. Sabía lo que hacía a pesar de su corta edad, lo succionaba por los ...
    ... bordes, o a veces se lo tragaba profundo, jugaba con su lengua en la cabeza de mi pene. Notaba que ella gozaba mamándomela como si a una persona hambrienta le das un plato de comida. Así con ese afán se lo tragaba sola.
    
    Le empecé a manosear sus senos, pequeños pero paraditos. Alcancé a rozar la entrepierna en su pantalón y a pesar que era jean estaba bastante húmedo.
    
    Como pudimos nos deshicimos de su pantalón, tratando de no hacer ruido y limitados por el espacio.
    
    Me dio su vagina, se sentó encima mío dándome la espalda cogiéndose con ambas manos en el respaldar delantero, me empezó a chancar primero despacio, luego que el desenfreno se apoderó de ella me comenzó a chancar más fuerte, los sonidos de sus dos nalgas sobre mis muslos parecían aplausos. Traté de disimular el ruido en lo que pude cogiendo sus dos nalgas con mis manos y aprovechando para abrirle más su panocha y a la vez para impulsarla más arriba para que callera más fuerte sobre mi pingota.
    
    Ella torcía la cabeza para atrás como si mi pene llegara hasta su garganta, no era mi pene, era todo el placer que le recorría todo su cuerpo, su respiración se hacía intensa y se entrecortaba por los jadeos que debía evitar hacer, pero no se detenía con nada, esa chiquilla sabía cómo chancar bien y yo le iba a dar durísimo porque se lo merecía. Le apretaba las tetas con ambas manos, pero los aplausos de sus nalgas volvían sobre mis muslos y le pedí que cambiáramos de pose por el ruido que estábamos haciendo.
    
    Ambos ...