1. Priscila, esperando por ti


    Fecha: 27/03/2020, Categorías: Hetero Autor: Mamaceando, Fuente: CuentoRelatos

    ... daba aquel señor, que parecía no tener piedad, con la mandíbula apretada soportaba las embestidas, pensaba que se desmayaría en cualquier momento. Pero sintio como el saco su verga y unos chorros calientes de semen le mojaban la espalda.
    
    —Ahí tienes hija de puta, el premio mayor.
    
    —Haaaaa!
    
    Una sensación de alivio le devolvió el alma a Priscila, miro el reloj en la pared y vio que eran las 00:36 llevaba dos horas ahí a Merced del tendero que al parecer se acababa de ganar la lotería, pensó en tomar su ropa y salir ahí pero, sintió como su cuerpo se giraba. Se topó de frente con don James, sus piernas estaban sobre sus hombros.
    
    —¿No pensarás que ya terminamos?
    
    —Pensé que…
    
    —Tu no estas para pensar, estas para que te de verga!
    
    —Haaa! Pero…
    
    Don James la interrumpió con un beso de legua, ella se quedó estupefacta, luego el chupo sus tetas como loco y el libido de Priscila volvió.
    
    —haaaa! Haaa!
    
    —Que ricas tetitas mi amor!
    
    Las manos callosas jugaban con sus tetas, y la verga erecta entraba nuevamente en ella.
    
    —huuuy que rico
    
    —Ya se mamita, te encanta ser una puta!
    
    Ahora fue ella quien buscó los labios de aquel señor y lamía su cuello, mientras él la penetraba y aprovechaba la posición para confesarle al oído todo lo que guardaba en sus adentros desde hacía años.
    
    —Te deseó desde hace años, antes tu mamá estaba igual de sabrosa.
    
    —Siii?
    
    —Pero tú estás más nalgona, tengo fotos tuyas almacenadas en mi computadora. Te grababa las nalgas ...
    ... cada que entrabas mi tienda.
    
    —Que cerdo ereees!
    
    —Note cuando dejaste de usar esos calzones de algodón y comenzaste a usar tanga, y como eso hacía que tus shorts se metieran entre tus nalgas mientras caminabas.
    
    —¿Te gusto más mi culito?
    
    —Luego supe que lo habías echo con tu novio el escuincle pendejo ese, se veía en tu mirada.
    
    —No se compara contigo haaa! Y ya no es mi haaa!
    
    —Entonces espere pacientemente aquel cumplieras la mayoría edad, para hacerte mía.
    
    —Soy tuya papito!
    
    La verga de Don James seguía entrando y saliendo de ella, su sudor se mezclaba, ella disfrutaba saberse deseada, el tipo podría ser su pare y aun así le encantaba sentir su cuerpo contra el suyo.
    
    —Imaginaba esas nalgas, redondas, ricas, tenerlas, mamarlas. Y esa boquita, sabía que le entraría toda mi verga.
    
    —Que rica verga!
    
    —Ven, quiero ver ese culote rebotando en mi verga.
    
    La volteó para sentarla sobre él, ella metió su verga dentro pero él la detuvo.
    
    —No no no, en tu cola mamita.
    
    —¿Quieres mi culito de nuevo?
    
    —Y mete este en tu panochita mi putita.
    
    Le dio el enorme dildo negro y ella luchaba para meterlo mientras él ya se balanceaba para que sus nalgas comenzarán a rebotar sobre él.
    
    —Haaay! Me duele un poco!
    
    —Muévete que quiero ver esas nalgotas rebotando rico!
    
    Ella obedeció, aunque ya no pudo meter el juguete en su vagina. Le ardía, miro el reloj y vio que ya había pasado una hora más, llegaba tres horas recibiendo la verga de aquel señor, su cuerpo ...
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