1. Priscila, esperando por ti


    Fecha: 27/03/2020, Categorías: Hetero Autor: Mamaceando, Fuente: CuentoRelatos

    ... invitarme.
    
    —Algún día tenías que salir de tu cueva —le dijo el papá de Priscila.
    
    Resulta que Don James fue compañero de colegio de su padre, ambos están por cumplir cuarenta, también se enteró que él nunca se casó. Se dedicó a cuidar a sus padres y a atender el negocio. Priscila no paraba de míralo. Aunque estaba un poco pasado de peso, su espalda ancha y sus brazos con las venas saltadas le atraían. Desde siempre a tenido canas cerca de las orejas, y esa sonrisa amplia. Mucho más alto que su papá.
    
    —Me acuerdo cuando la cargaba para que agarrara dulces y mírala, ya es toda una mujer.
    
    —Te voy a cobrar el dentista, siempre quería ir, sabía que le regalarías lo que quisiera.
    
    Priscila estaba apenada, no recordaba nada de eso. Luego, todos comenzaron a bailar. Ella se divirtió con sus amigos y nunca supo en que momento se fue el tendero. Pero al día siguiente, convencida de que era inofensivo fue a la tienda con esos shorts diminutos. Un regalo para ese viejo, pensó ella.
    
    Cuando don James la vio entrar, tiro lo que traía en la mano, y abrió los ojos lo más que pudo.
    
    —Dios mío bendito
    
    —Hola don James
    
    Ella se agacho ante el estante de papas fritas y el short parecía que reventaría en cualquier momento, James estaba con la boca abierta y mudo ante aquel delicioso paisaje.
    
    —¿Cuánto le debo?
    
    —¿Cuánto te debo yo a ti mamacita hermosa?
    
    —Ya en serio.
    
    —¿Me dejarías tocarte las nalgas?
    
    —¡Don James!
    
    —Olvídalo, no me debes nada niña!
    
    Salió ...
    ... sonriendo y esperando el comentario del tendero. Pero no hubo tal. Al día siguiente repitió la dosis, era tarde y James ya estaba por cerrar.
    
    —Antes de que cierre deme unos cigarros para mi papá
    
    —Ese vicio lo va a matar.
    
    —¿usted no tiene vicios?
    
    —Sí, tu culito es mi vicio!
    
    —No sea grosero!
    
    —Mira como me pones ingrata!
    
    Le tomó la mano la puso sobre su pantalón, un gran bulto se sentía endurecido. Aunque quiso apartar su mano, James la recorrió sobre su miembro varias veces. Luego la soltó y le dio la vuelta. Pasó la cajetilla de cigarrillos en medio de sus nalgas, como si fuera una tarjeta de crédito y luego se los dio.
    
    —Ahora llévale los cigarros, seguro te está esperando.
    
    —¿Cuánto le debo…?
    
    —Ya me cobraré no te preocupes.
    
    Priscila camino un poco excitada, le gustaba la manera brusca de aquel señor hacia ella. Sus pezones estaban duros, y la sensación de esa verga en su mano seguía en su mente.
    
    Volvió al siguiente día con unos jeans ajustados, su culo Como de costumbre lucia espectacular, sin embargo don James ni siquiera la volteó a ver, le despacho, no le recibió el dinero y cuando salió, tampoco le dijo nada. Priscila estaba desconcertada. ¿Qué mierda con ese viejo? Era verdad lo que decían de él, al menos tendría golosinas gratis de por vida. Así pasó una semana entera, se puso minifaldas, shorts, leggings de cuando iba a secundaria. Obviamente le apretaban muchísimo. Y nada. Hasta el domingo en que súbitamente volteó a verla y le dijo ...
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