1. Cosas de casa


    Fecha: 25/03/2020, Categorías: Sexo con Maduras Autor: Quique., Fuente: CuentoRelatos

    Viernes - 7 de julio de 2017 - 9.40. P. M - En un pazo gallego.
    
    -Necesito tu opinión profesional, Rosendo.
    
    Rosendo, 50 años, 1.82 de estatura, moreno, de pelo cano, psicólogo de profesión, sentado en un sillón de una lujosa sala de estar, le dijo a su hijastra.
    
    -Pregunta, cariño, pregunta.
    
    -Lo que necesito es hablar. Que me escuches y me des tu opinión.
    
    -Ponte cómoda y cuéntame tu problema.
    
    Elisa, que medía un metro setenta y ocho y era rubia de ojos azules, se echó boca arriba en el tresillo. Llevaba puesta una minifalda gris, cortita, y un top blanco, ceñido al cuerpo, bajo el que no llevaba sujetador y en el que se marcaban los gruesos pezones de sus grandes y redondas tetas. Sus piernas eran largas y moldeadas y su cuerpo escultural.
    
    Elisa comenzó a contar su historia.
    
    -Hoy, a la hora de la comida, tuve un love affair con mi cuñada Olivia. Todo empezó cuando me dijo que cree que mi hermano Luis tiene una aventura con otro hombre porque hace un tiempo que acaba enculándola. Me dijo que llevaba más de seis meses sin correrse con él. También me dijo que por más que se masturbaba no conseguía satisfacerse plenamente. Que tenía pensado buscar a otro o a otra. La noté muy estresada y le dije que lo que necesitaba era relajarse. La convencí para que fuese conmigo a mi sala de masajes. Una vez allí, mientras se quitaba la ropa, me preguntó:
    
    -"¿Cuándo te masturbaste por última vez, Elisa?"
    
    Vi que tenía ganas de hablar de cosas íntimas. Si ella ...
    ... quería que nos confesásemos, nos confesaríamos, por mí no había problema.
    
    -Esta mañana. ¿Y tú?
    
    -"Ayer noche. Tu hermano acabó dentro de mi culo. Le dije: No me dejes así. Fóllame el coño. Hazme un cunnilingus. Mastúrbame. ¿Sabes qué me contestó?"
    
    -No, ¿qué te contesto?
    
    -"Hazte un dedo que ya eres grandecita".
    
    -"Acabé masturbándome en el baño".
    
    -¡Qué cabrón! ¿Nunca te corriste dándote por el culo mi hermano?
    
    -"Una vez, y me encantó. Sentí un placer bestial, pero requiere mucho tiempo y estar muy excitada, y tu hermano ya no se para. Se volvió un egoísta".
    
    Ya estaba casi desnuda. Le pregunté:
    
    -¿Te corres con un buen cunnilingus?
    
    -"Como un río".
    
    -Échate boca abajo sobre la camilla.
    
    Boca abajo sobre la camilla, y sólo con una braguita puesta, masajeándole los hombros y la espalda con aceite de coco, seguí sacando de ella.
    
    -¿Te comió el chichi alguna mujer, Olivia?
    
    -"Mi compañera de cuarto en la universidad. Nos lo comíamos todo y nos corríamos como dos locas. ¡Qué tiempos aquellos!"
    
    -¿Cómo era la chica?
    
    -"Un ángel rubio al que desvirgué con mis dedos. A veces me hago un dedo pensando el ella. ¿Y a ti te la comió bien comida otra mujer?"
    
    -No, ni nunca me dieron por el culo.
    
    -"Con alguien que lo sepa hacer se llegan a ver las estrellas".
    
    -¿Con un cunnilingus?
    
    -"De las dos maneras, pero enculándote bien enculada, al correrte parece que estás volando".
    
    Masajeé sus glúteos. Se calló. Vi como lentamente abría las piernas. Al ...
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