1. Mi primer sexo anal


    Fecha: 14/03/2020, Categorías: Hetero Autor: Crystal69, Fuente: SexoSinTabues

    Este es un relato que me habían estado pidiendo muchos, así que después de no tener muchas cosas que hacer he decidido escribirla Si tiene faltas de ortografía disculpen, pues ando en el celular. Esta es la primera vez que practique sexo anal. Bueno. tenía yo unos 17 años más o menos, y por ese entonces me juntaba mucho con un amigo llamado Eduardo, que al poco tiempo llegó a ser mi novio. Era un buen chico. Algo inocente y de buen gusto según mí madre. Incluso ahora pregunta porque tuvimos que terminar. pero esa es otra historia. Resulta que yo fui la primera novia de este muchacho y como tal, me trataba muy bien. Era bastante cariñoso y algo serio en ocasiones. Celoso cuando otros me miraban y como era de esperar. no muy bueno en la cama. Sus eyaculaciones eran de semen abundante, pues lo que más amaba de el no era su polla. sino sus huevos. Ah. eran hermosos. La pija no la tenía muy grande. Unos 14 a lo mucho o 15 para ser más exacta. pero yo siempre he tenido un morbo por los testículos, y es que son una parte a la que le doy mucha atención, sobre todo porque me gusta sentir como juegan en mí boca. Claro, tienen que estar depilados. Eduardo era un novato en el sexo. Nuestra primera relación la hicimos sin condón y el derramó toda su leche en mí nada más entrar por mí coño. Tuve que hacerme una prueba de embarazo porque por unos días tuve un retraso y dada la cantidad de leche que me entró. era mejor estar segura. Desde entonces el sexo con el fue mejorando. Yo iba lento. ...
    ... Cada pocos días, después de clases, le invitaba a casa a coger un poco o simplemente a practicar sexo oral. Dado que a esas horas la casa estaba sola, nos desnudábamos y nos acostábamos en el sofá. Poníamos la televisión y nos uníamos en un 69 donde nos pasábamos largos ratos comiéndonos la entrepierna. Yo iba debajo de el, pues así no me cansaba tanto la garganta. Me gustaban esos momentos porque eran muy tranquilos. Tenía una polla para mi. algo que comer y con calma me hacía eyacular dentro de mis labios. Miraba la televisión distraídamente o a veces lo hacíamos los dos. Como dos novios, solo que en vez de estar abrazados lo estábamos en esa posición. Le gustaba que me arrodillara, que lamiera durante un largo rato. En fin, él era fan del sexo oral. A veces me tomaba desprevenida y la leche me brincaba en la cara. Me reía con el y luego el me limpiaba amorosamente con sus dedos. Me miraba tierno mientras recogía su propio semen con las manos y me lo devolvía a los labios, frotándomelos como si fuera un labial. Acto seguido yo brincaba a sus brazos y lo abrazaba para llenarlo de besos. Pero con el pasar de las semanas yo quería mas y mas. Necesitaba sexo del duro, de ese que siento que me parto en dos. Así pues, decidí que había pensado entregarle otro de mis agujeros. el que seguía siendo virgen. Llegue a esa conclusión luego de escuchar a madre gemir como gatita cuando una noche trajo consigo a alguien del trabajo. Todavía recuerdo ese momento cuando Clarisa salía de la ...
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