1. Mi tío, su novia y yo - Parte II: Nuestra primera vez juntos


    Fecha: 20/02/2020, Categorías: Fantasías Eróticas Autor: Dulce Fuego, Fuente: CuentoRelatos

    Hola, corazón ¿te gustó mi relato pasado? ¿te masturbaste rico? Espero que sí. Y espero que esto que voy a platicarte, te guste mucho también. Recordarás que pasé una noche riquísima con Manuel, el amigo de mi tío Pablo. Y aunque sin querer terminé orinándome en él y ensuciando el piso, seguimos fornicando por un buen rato hasta que los dos nos saciamos. Bueno, pues a la mañana siguiente, Karen me había preparado el desayuno y me esperaba en la sala, ansiosa por saber cómo me había ido con el amigo de mi tío, al que también ella le traía ganas y eso alimentaba su curiosidad. Mientras yo desayunaba intentando no pensar en la resaca que tenía, Karen quiso saber de mi noche con el amigo de mi tío Pablo.
    
    -¿Y?...- Me cuestionó Karen en tono divertido.
    
    -¿Y... qué? jaja- Le sonreí luchando por no tirarme al suelo y revolcarme por la migraña -Pues que tu pronóstico era bueno, el amiguito de Pablo tiene el toque mágico.
    
    -¿En serio? Ya decía yo, niña. Cuando lo conocí, supe que sería un maestro en los artes del amor. Además tiene a su favor nuestro gusto por los hombres maduros- Mi amor, no se si ya te había dicho que Pablo es mayor que Karen por doce años, bueno, ahora lo sabes.
    
    -Pues le doy un ocho sobre diez- Karen me miró incrédula -Bueno, nueve sobre diez por que le falta, digamos, calibre a su rifle, pero por lo demás, ha sido muy grato. Ahora, mátame, antes que este dolor de cabeza lo haga-
    
    -Calma, nena. Toma las aspirinas, desayuna y luego de una ducha, estarás ...
    ... como nueva. Los muchachos prácticamente acaban de irse, así que no hay prisa-. Manuel me había dejado una notita en la almohada antes de dejarme para ir con mi tío Pablo a hacer unas cosas de trabajo.
    
    Karen resplandecía como siempre y el color bronceado de su piel no hacía más que acentuar su belleza. Seguimos conversando mientras ella bebía una taza de té y yo hacía lo posible por comer por que me sentía crudísima. Al poco rato las aspirinas hicieron efecto y el dolor de cabeza se fue mitigando. Karen levantó los platos cuando terminé y luego de dejarlos en la cocina, se acercó a mi por detrás y me abrazó por el cuello cariñosamente. -Sube a bañarte, niña-
    
    -Karen, antes, déjame decirte algo. Es que hice una cochinada en el piso de tu cuarto de tele- Le dije sintiéndome algo avergonzada por que no había podido contener mis ganas de hacer pipí cuando Manuel hizo que me viniera mientras me cargaba para ensartarme en su verga la noche anterior. Ella solo me miró y me dijo que no me preocupara -¿Es muy escandaloso eso que hiciste?- Le negué con la cabeza -Bueno, entonces sube la ropa que te pondrás hoy y toma un baño, que iremos al cine y luego a la playa. Te espero arriba. Y no te preocupes, mañana viene la señora que me ayuda con el aseo, y si lo que hay en el piso no es sangre o mierda, o una de tus brujerías, no te preocupes, ella se encargará-
    
    -No es nada de eso; el mal de ojo te lo haré más al rato abajo de tu cama; me voy a quedar con tu marido, ya lo sabes- Le ...
«1234...12»