1. La verbena de San Juan


    Fecha: 19/02/2020, Categorías: Masturbación Autor: Jullietta, Fuente: CuentoRelatos

    ... se balanceaba al ritmo frenético que me estaba imprimiendo Jordi. Mis pechos ondulaban sobre el respaldo del sillón, y mis manos se tuvieron que agarrar a él con fuerza. De mi boca empezaron a salir improperios susurrantes, y jadeos cada vez más fuertes.
    
    Me sentía llenar y vaciar con una velocidad de vértigo. Intenté ladear la cabeza para verle. Estaba ahí, de pie, detrás de mí, sin despeinarse, bombeándome con energía, mientras empezó con una mano a cachearme en una de las nalgas. Era un chasquido fuerte, que incluso rozaba el dolor, pero que me provocaba todavía más excitación.
    
    -“No volverás a pasar hambre, Julieta, voy a poner remedio a esa falta de cuidado contigo. Vas a estar bien atendida. Te daré un teléfono al que solo tú responderás cuando no esté “ese” y vas a tener todo lo que te apetezca. Pero ahora córrete, ¡Vamos! Aprieta bien las paredes de tu coño sobre mi polla, estrújamela, que quiero marcarte para que sepas quien te va a atender desde ahora…”-
    
    Sentía mi cuerpo perdido en el valle del placer más lujurioso. MI cabeza se giró de nuevo hacia adelante y fue entonces cuando pude ver en el jardín, detrás de unos arbustos, a mi pareja manoseando a la mujer de Jordi. Aquello me encendió en extremo, y me liberó a abandonarme entera al más sublime de los orgasmos. Como hacía tiempo que no había tenido.
    
    Sin cesar en ese bombeo acelerado, sentí como las manos de Jordi se apretaban sobre mis pechos, y con sus dedos intentaba encontrar mis pezones erectos. ...
    ... Ahora estaba siendo literalmente empotrada en cada embestida contra el respaldo del sillón. Apenas podía mantener el equilibrio. Jadeaba con fuerza. Pero mi mente estaba poseída, y mi boca le pedía más.
    
    -“Vamos, Jordi, sí, lléname, márcame como tuya. Quiero que lo hagas mientras Carlos manosea tu mujer. Quiero ser tuya. Venga, cabrón, lléname. Quiero ser tuya ahora y siempre. Sigue, no pares. No ceses y te daré todo lo que me pidas…”-
    
    Nos sobrevino al unísono un orgasmo que parecía no terminar nunca. Sentía en el interior de mi coño ese líquido espeso y caliente chocar contra cada recodo de mis adentros, hasta llenarme por completo.
    
    Mis piernas aún temblaban cuando sentí que me liberaba, con un movimiento preciso. Y se dirigió al baño.
    
    Yo permanecí en el mismo sitio, recuperando el aliento. Sin apenas moverme, mientras sentía deslizarse por mis muslos el río de semen que acababa de llenar mi sexo.
    
    Y mis ojos permanecían fijos observando, casi sin ver, a Carlos levantándole el vestido a esa mujer, y hurgando entre sus piernas.
    
    La voz de Jordi, me volvió a la estancia:
    
    -“Toma este móvil. Guárdalo con mimo, y procura que solo esté a tu alcance. Recibirás instrucciones a través de él. Y no volverás a sentirte abandonada. Te lo aseguro. Vas a tener todo el morbo que estés dispuesta a recibir. Y gozarás de oportunidades que no llegas a imaginar…todavía.
    
    Se quedó con mi tanga: Tuve que estar el resto de la velada sin nada. Y apañármelas para volver a casa sin ...