Jocelyn o Roxana, ambas cogen rico, ambas cogen igual - Relatos Eróticos

Jocelyn o Roxana, ambas cogen rico, ambas cogen igual

... acaricio su cabello lacio, que es corto, quizá algunos veinte centímetros por debajo de los hombros y con un estilo de cepillo de cleopatra. Veo como mi verga desaparece en la boca de Jocelyn y veo que ella realmente goza haciendo lo que está haciendo.

Tomo mi turno y le remuevo el sostén y mientras le comienzo a mamar sus grandiosas tetas de una medida de un 36D, le bajo el bikini totalmente empapado de sus abundantes jugos y Jocelyn comienza a gemir muy levemente pero con una sensualidad que me traía algún recuerdo que en ese momento no podía localizar. La acuesto en posición de misionero y le abro las piernas y me voy directo a su panocha y de entrada quedo también empapado de toda esa miel que su panocha produce y me doy gusto succionando su clítoris, el cual es grande y esta inflamado de una emoción que Jocelyn refleja con su jadeo sensual que ligeramente le lleva a un orgasmo. Pienso seguir aplicando presión a su clítoris con mi lengua mientras a la vez la succionaba, pero ella me pide con esa voz que es una delicia y buena dosis de excitación me pide que le meta mi verga. Literalmente aquellas fueron sus palabras: Tony, méteme la verga.

He dejado de mamarle su panocha y me subo sobre ella y le hundo toda mi verga mientras ella sigue gimiendo y sin importar que mi boca está llena de sus jugos, ella me besa y me dice lo rico que siente en su primer orgasmo de la noche. No paramos, y en aquella posición, continúo taladrando su panocha mientras me como sus dos tetas ...

... a mi antojo y ella asiste y aprueba que le encanta que se las muerda y que me llevo todo lo que puedo de sus tetas a mi boca. Descubrí que le gustaba que me metiera todo lo que podía de sus tetas a mi boca, para luego por segundos succionar ligeramente su pezón. Aquello le habrá excitado tanto que sus jadeos, su gemir, sus voz sugestiva también me llevaba a esa sensación de llegar al cielo. Sentí como las paredes de su vagina se contraían, y mas era la sensación que se sentía a la entrada de su vagina, cuyo vibrar apretaba el tronco de mi verga y explotamos ambos con una corrida tan deliciosa. Como tenia quizá un par de meses de no tener sexo y yo quizá sea uno de los pocos hombres que eso de la masturbación no va conmigo, la cantidad de esperma en el orifico de Jocelyn fue algo que ella misma notó y quedaba admirada:

- ¿Cuánto tiempo tenias de no coger?¡Mira, mi cosa parece un rio!

Realmente era bastante y también fue espectacular ver como se escurría mi abundante corrida por la abertura de una muy bonita y afeitada panocha. Descansamos por unos cinco minutos intentando recobrar los latidos normales del corazón y nos dispusimos a darnos una ducha con agua caliente. La luz de la habitación era algo difusa, no habíamos encendido todas las luces, así que fue que hasta que llegamos al baño que pude ver el tatuaje que tenía Jocelyn por sobre su glúteo derecho: era el dibujo de un colibrí. Le di el cumplido de rigor y nos bañamos juntos y si, como Jocelyn lo decía, nos hemos ...