1. Patas arriba (I, II, III)


    Fecha: 04/02/2020, Categorías: Hetero Autor: Anderson, Fuente: CuentoRelatos

    ... declaración en la misma sala de estar y que la hube firmado, los polis se retiraron y ya estaba yo por darme el piro cuando llegó una enfermera diciendo que Iván quería verme. La seguí.
    
    - Jopé, tío, menudo susto –intenté subirle el ánimo.
    
    - Pues ya ves, al menos estabas allí, muchas gracias, Ricardo, te debo una grande.
    
    - No es nada, tronco, para eso estamos, así que ya sabes –le dejé su móvil en la mesilla-, te grabé mi número por si necesitas algo, además que no creo que te dejen sin deberes, así que prometo ayudarte en lo que pueda, ¿va?
    
    - Va, me parece de lujo –Iván me tendió su mano, se la estreché y le dije que allí estaban sus padres, así que mejor me retiraba para que estuviera con ellos, pero que le visitaría al día siguiente.
    
    Iván
    
    Cuando papá y mamá entraron en la habitación todo fue muy distinto, Ricardo fue muy cortés y hasta parecía que fuéramos amigos, lo que me permitió descubrir que es una persona muy optimista y que sabía que todo saldría bien, lo que me reconfortó bastante. Pero mis padres lo primero que hicieron fue echarme la bronca por no fijarme al cruzar, ¡pero si el semáforo estaba en rojo! El coche apareció de la nada y me pasó por encima sin siquiera avisar, ¿qué querían?
    
    - ¿Qué os ha dicho el médico?
    
    - Que necesitarás dos meses de reposo absoluto para que se te curen bien las dos costillas que te rompiste, lo que de paso te evitará ir por allí con la escayola de la pierna, pero todo estará bien –me informó papá.
    
    - Así ...
    ... que decidimos que te recuperes acá, el doctor nos dijo que lo mejor es que no te muevas y si te llevamos a casa estamos seguros que no pararás, así que nada, aquí te controlarán y te curarás bien –me dijo mamá.
    
    - ¿Sabéis lo horrible que son los hospitales? ¿Dos meses aquí dentro? ¿Y el Insti? –no es que me preocupase demasiado, pero cualquier pretexto era bueno para salir de allí.
    
    - Bueno, ya nos están preparando los documentos que tenemos que presentarle a don Daniel para que conste por qué no irás a clase este tiempo y estoy segura que tus compañeros te ayudarán con los deberes, al menos tu amigo Ricardo se ve majo… -vaya, mamá me cortó el rollo con su sermón y ahora que lo pienso, ¿para qué se quedó Ricardo? No creo que fuera para que le diera las gracias, ¿o sí?
    
    -Mamochka, ¿crees que me dejen tener el portátil aquí? Me aburriría… mucho –estuve por soltar un “de cojones”, expresión que no creo que les haga gracia-, además así podría hacer los deberes y enviarlos por correo o algo…
    
    - Tienes razón, hijo, hablaremos con el encargado –yo esperaba que me contestara mamá, pero no, fue papá quién habló.
    
    Al final mis padres se retiraron y no me quedó de otra que dormir, o al menos intentarlo en un sitio donde se encienden las luces a cada nada cuando hacen rondas para ver tu estado.
    
    Ricardo
    
    Bueno, cumplí mi promesa y al día siguiente después de la última clase me dirigí al hospital e ingresé a la habitación de Iván.
    
    - Hola, tronco, ¿qué pasa?
    
    - Pues nada, ...
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