1. Lobo él y loba yo


    Fecha: 20/01/2020, Categorías: Dominación / BDSM Autor: LaBellu, Fuente: CuentoRelatos

    ... degustándolo. Me mira, comprendo que se está recuperando y entonces sí, con mis labios voy capturando sus huevos y jugueteo con mi lengua, los saboreo, mientras con mis dedos voy recorriendo su mástil, voy avisando, preparando el terreno. El gime muy suavemente porque el ritmo que ahora manejo yo será distinto, porque como buena gata, me gusta jugar con la presa antes de comérmela. Le doy un lamentón por toda su verga y extiendo mi cuerpo sobre el suyo.
    
    —Ya eres mío, ¿lo sabes?
    
    —Lo sé.
    
    Le beso con intensidad y bajo rápidamente a por su verga y entonces sí, con ayuda de mis manos la engullo y me la saco de la boca, la muevo con mis manos hacia arriba y hacia abajo con tranquilidad, la lengüeteo y vuelvo a alejar mi boca, pero nunca la suelto, aumento el ritmo de mi fricción tan solo un poquito y vuelvo a mamársela esta vez sí por más tiempo. Oigo sus jadeos luego de unos minutos y eso me excita tanto que quiero mordérsela… es entonces cuando me como toda su leche, toda, toda, toda. Y allí me quedo con mi cabeza en su vientre, aferrada a su verga, con mi cuerpo entre sus piernas. Pasan los minutos… no sé cuántos, hasta que los signos vitales de ambos vuelven a la normalidad.
    
    Tira de mis cabellos hasta subirme hasta él.
    
    —eres muy putita, pero una cachorra todavía, yo te voy a enseñar.
    
    Nuevamente me coloca boca abajo y sus manos como garras arrancando mi piel a cada paso, colocándome a cuatro ...
    ... patas… estoy temiendo y deseando a la vez que me rompa en mis mil pedazos. Y lo hace, mete su verga en mi ano sin miramientos y conozco un dolor terrible y grito mientras lloro con cada una de sus embestidas, pero me dejo hacer hasta que comienzo a sentir un placer desconocido y quiero más, quiero que me golpee mas fuerte cada vez, quiero sufrir y gozar como una bestia.
    
    —Ahora eres toda una puta —me dice en un tono desconocido para mí, pero yo no puedo contestarle, aun no conozco el lenguaje de la verdadera pasión, apenas si estoy aprendiendo lo que es morir de gozo. Lo oigo gritar, repetir “Si, si, si” de manera descontrolada y al dejar caer mi cuerpo me baña con su leche y yo siento ese líquido caliente como agua bendita cayendo sobre mi espalda y mi culo.
    
    Aun jadeante se deja caer sobre mí.
    
    —A partir de ahora… vas a demostrarme cada día, a todas horas, todo lo que te he enseñado hoy…—respira hondamente— y todo lo que continuaré enseñándote.
    
    Sin poder moverme con todo el peso de su cuerpo sobre mí, con su aliento en mi nuca, le contesto:
    
    —Lo haré, pero… —Se tumba hacia mi lado, giro mi rostro hacia él, que era todo lo que mi cuerpecito podía hacer, le digo con inocente preocupación— no has usado profiláctico.
    
    Acerca su rostro, restriega su “hocico” contra el mío y me dice:
    
    —Antes de que llegues a parir a los lobeznos nos quedan 9 meses aún, tu tranquila, seremos una gran manada.
    
    ©LaBellu 
«12...6789»