1. Lobo él y loba yo


    Fecha: 20/01/2020, Categorías: Dominación / BDSM Autor: LaBellu, Fuente: CuentoRelatos

    En estos momentos estamos en una especie de reunión−festejo por mi 18 cumpleaños y con la excusa de un nuevo cambio de vestuario, me he venido a mi cuarto, a refugiarme un poco en mi cama…
    
    Lo cierto es que a la edad de 10 años casi la totalidad de mi familia falleció en un accidente, incluidos mis padres y quedé a cargo del único familiar sobreviviente: mi tío, hermano de mi padre.
    
    Por ese entonces él tendría unos 40 años, soltero y mujeriego, cambió su vida para hacerse cargo de mí. Se convirtió en padre, madre, tío y tutor legal, aunque esto último a partir de ahora dejará de serlo.
    
    Mi vida sentimental un completo desastre, llevo mi virginidad como un estigma por no encontrar el chico que reúna todas las condiciones, es decir que sea calcado a mi tío Gabriel. Él para mi es una especie de dios, un ídolo inalcanzable y venerable, un gentleman, completamente adorable.
    
    Oigo golpear a mi puerta y sé que es él.
    
    —Pasa tío.
    
    Me incorporo y tomo un vestido que había dejado ya preparado sobre mi cama. Gabriel entra muy animado.
    
    —venga chiquilla, que están todos tus amigos esperándote.
    
    —No te preocupes que tarde lo que tarde no se van a ir.
    
    —Uy, me parece que estamos con una rabieta por aquí…
    
    —Mira tío, mientras tengan bebidas para emborracharse y algunos porros, ellos estarán felices de la vida.
    
    Me siento en la cama, él me imita.
    
    —Oye, ya eres mayor de edad, ¿no te hace feliz pensar que ya puedes hacer muchas cosas que antes no podías?
    
    —Es que ...
    ... me da igual.
    
    —Tendrás tu coche, podrás votar, podrás viajar.
    
    —Vaya que ilusión —con mucha ironía.
    
    —Y dejaré de ser tu tutor para ser tan solo tu tío, eso si el más guapo y amoroso que tienes.
    
    —Y el único también.
    
    Era evidente que mi tío trataba de hacerme sonreír, pero yo no estaba ni para sociales con mis amigos ni para muchos festejos. Es verdad que debía hacer un esfuerzo, al menos por él.
    
    —Tío perdóname —y me eché a sus brazos como tantas y tantas veces lo había hecho en busca de consuelo. Y él me abrazó fuertemente.
    
    —Nada que perdonar, eres mi niña consentida y malcriada, muy malcriada y muy pero que muy caprichosa.
    
    —Eso no es verdad tío.
    
    —No cariño mío, pero algo tenía que decirte, venga, vámonos de fiesta tu y yo.
    
    —¿Y todos estos?
    
    —No has dicho que se pueden entretener solos?
    
    —Sí, pero… tampoco estaría bien…
    
    —Que sí, tu hazme caso que yo soy un poquito mayor que tú, solo un poquito y sé lo que te digo.
    
    Nos ponemos de pie.
    
    —Qué dices, ¿me cambio?
    
    Toma mi mano, la besa, me mira y me dice:
    
    —Estás perfecta, digna sobrina de su tío.
    
    Olvidé decir que, puesto que él también era mi padrino, me habían bautizado con el mismo nombre, es decir, me llamo Gabriela.
    
    Siempre conseguía deslumbrarme con algún detalle por más insignificante que fuera, dado que prácticamente él me había educado me conocía como nadie y me quería como si fuera su hija.
    
    Nos sentamos en el restaurante, no creo que lo haya más caro y más exclusivo en ...
«1234...9»