1. Infiel mañanero


    Fecha: 16/01/2020, Categorías: Dominación / BDSM Autor: Nazareno Cruz, Fuente: CuentoRelatos

    Criado y educado en una familia donde se tenía bien en claro qué está bien y qué no lo está, taxativo, blanco o negro, sin medias tintas. Con esta claridad conceptual llegué a mis cuarenta y cinco, familia y vida normal, pero el destino tiene su forma de cruzar vidas y destinos.
    
    Son esos momentos que nos pone situaciones, causalidades que nos resulta difícil esquivar, el llamado del sexo, por ejemplo. Esa mañana tenía excusas válidas para no pasar por la oficina y no había notado cuántas ganas de tener una aventura, la causalidad puso en mi camino a Mary
    
    Esa mañana, era una de tantas, en lugar de ir a la oficina había dispuesto pasar a visitar a unos clientes, pero ahora estaba pensándolo mejor, el aguacero me había alterado los planes. Voy conduciendo despacio y con la precaución propia de un día con tanta lluvia. De pronto la observo a esa mujer, como de cuarenta, guareciéndose en un porta, como aterida por el frío otoñal, la calle era un páramo, por eso mismo me animé a ofréceme a llevarla, volví a insistir por tercera vez, accedió.
    
    Le comenté que era vecino del barrio, que no tenía nada que temer, que me dijera a dónde se dirige, que si me quedaba en camino la llevo, si no, la acercaría lo más posible.
    
    Achuchada por el frío y la mojadura, las pequeñas tetas destacan los pezones erizados debajo de la fina tela del vestido, parecía carne fácil, pero tampoco era cosa de aprovecharme de su estado vulnerable.
    
    Sobre la marcha recordé que tengo la llave de la casa ...
    ... de la tía Amelia, que hacía como una semana que no paso a regar las plantas y a retirar la posible correspondencia. Le comenté el tema de la casa de la tía y que si no tenía problemas podría ofrecerle alguna bebida caliente y quedar hasta que se le sequen las ropas. Para darle confianza no apresuré ni forcé una respuesta. Parece que la actitud de no hacerlo le dio confianza, aceptó, dócil y confiada se dejó llevar.
    
    En el camino compré medialunas (croisant), le preparé un abundante desayuno para restaurar fuerzas y calorías, preparé una ducha calentita, mientras se secaban sus ropas se colocó una bata de la tía.
    
    Ahora, calentita, recobro la sonrisa y el color en sus mejillas. El desayuno hizo la pausa, diría que se sintió obligad a relatar la intimidad reciente, que vino del interior por una disputa matrimonial, de momento estaba viviendo con su hermana, pero su cuñado no paraba de acosarla, casi la viola y no estaba dispuesta a entrar en conflicto con su hermana delatando al marido, que está dispuesta a retornar a Mendoza, con su madre y luego ver si la situación marital tiene arreglo.
    
    Se mostró demasiado sumisa y frágil, para evitar llorar buscar cobijo entre mis brazos, contenida se dejó estar, entregada a mis disimuladas caricias, algo tensa pero había dejado de temblar.
    
    El contacto con este cuerpo maduro y atractivo me hacía sentir seductor, tampoco era parecer que abuso de la situación de indefensión. Era un momento crítico, la libido a tope, la testosterona ...
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