1. Infiel mañanero


    Fecha: 16/01/2020, Categorías: Dominación / BDSM Autor: Nazareno Cruz, Fuente: CuentoRelatos

    ... bebimos el café y en el mañanero aporté la leche para nutrir su desayuno, porque esta vez no me permitió derramar el semen sobre el vientre, cuando percibió los movimientos y actitudes propias de cuando estamos llegando dijo:
    
    - Cuando te vengas, no me ensucies el vientre, no derrames esa lechita, dámela en la boca, me hace falta para el desayuno… (Toco el labio con el dedo índice)
    
    Como no me agrada colocarme condón, fue una gratísima sorpresa el regalo de venirme dentro de su boca, en verdad lo había pensado pero no me animé a pedirlo. Pasamos el resto del día con sexo y viendo una película. Almuerzo, sexo y siesta, en la noche, al abrigo de la impunidad, cenar afuera como cualquier pareja de novios.
    
    En la noche tuvimos una fiesta de sexo y lujuria, era la última oportunidad de estar juntos. Nos trenzamos en un polvo apoteósico, demorado, luchado y disfrutado. Un par de orgasmos la hicieron olvidar por un tiempo de sus acuciantes problemas.
    
    El cambio de posturas, sobre todo ella encima me permiten disfrutar y poder demorarme, pues lo que más me agrada es el proceso de la relación, el metisaca, bombear la verga dentro por eso disfruto prolongando la eyaculación, obviamente la mujer resulta gratificada al estar tanto tiempo dándole sexo.
    
    Con la satisfacción de dos orgasmos en su haber, necesitó entregarse a proporcionarme todo el placer de que era capaz.
    
    - Ahora es mi turno, necesito hacer de este encuentro sea algo para que me recuerdes. Déjate hacer, voy a ...
    ... usar mi pobre experiencia, el resto improvisar para darte las gracias por todo lo que has hecho por mí en estos dos días. Es mi tiempo de agradecerte, sólo déjate llevar.
    
    Una mamada me puso a full, montó sobre mí, empalada comenzó a evolucionar en el subibaja, meciéndose, girando y volcándose sobre mi pecho para darme a mamar sus tetas.
    
    - Aprieta, fuerte, hazme sentir tus manos, tu boca, tus dientes, no importa si me marcas, sería un trofeo de amor. Cómo vamos?
    
    - Bien estoy cerca y te voy a dar el biberón.
    
    - No señor, nada de eso, tengo una sorpresa más. Aceptas?
    
    - Sí (deseo con todas mis fuerzas que sea “la cola”, rezo silencioso)
    
    - Ya lo sabes no?
    
    - Sí, lo deseo también.
    
    - Bueno, solo un par de veces y me dolió, la tienes gruesa, pero sé que serás cuidadoso, quiero dártelo, te lo mereces. Dame vuelta!
    
    Somos lo bastante transparentes cuando se trata de calentura, no podía esconder mis preferencias, se lo había tocado muchas veces, jugado como al descuido. La mujer sabe cuánto nos gusta entrarles por ahí, que sabemos que no lo entregan con facilidad, si aprovechamos la ocasión, y si se lo hacemos gustar será algo que siempre nos pondrá un paso adelante en sus preferencias.
    
    Arrodilló, volcada sobre almohadas para dejar el trasero bien en pompa, elevado, expones sus genitales a la caricia lingual, el masaje digital, el frotamiento con el glande inflamado de pasión, llorando ese lagrimón que anuncia el comienzo del juego.
    
    Los dedos y la cabezota ...
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