1. Ya soy el puto del equipo (XVII)


    Fecha: 15/01/2020, Categorías: Hetero Autor: janpaul, Fuente: CuentoRelatos

    ... comía a besos, todo su cuerpo lo besé aprovechando los lugares donde había grumos de su semen para lamerlos y comerlos.
    
    — Vámonos, Doro, donde están los otros.
    
    — ¿No quieres que nos duchemos?
    
    — No; quiero que nos vean manchados de nuestro semen, quiero que me vean en la ducha de la piscina sacando por mi culo tu semen y que tú me ayudes; quiero que sepan que tú y yo somos únicos, el uno para el otro; queso que sepan que nos amamos.
    
    — Adelante, pues, ambos queremos lo mismo, le dije.
    
    Cogidos por la cintura los dos y con evidentes marcas de semen en nuestros cuerpos, nos dirigimos a la ducha descubierta de la piscina. Ya nos estaban mirando, me agaché y puse mi boca en su culo, aspiré y metí dos dedos para que fuera saliendo mi esperma. Una vez fuera, me enderecé y nos besamos bajo el chorro del agua. Nuestras pollas se volvieron a rectar y me incliné para que el me follara delante de los demás, lo hizo con toda la parsimonia, vinieron los siete a nuestro entorno y cuando nos corrimos los dos, aplaudieron aparatosamente. Y nos metimos todos a la piscina. Poco nadamos, dentro conversábamos. Nadie hizo ninguna referencia a lo nuestro ni preguntaron las razones de nuestra actitud. Pero todos entendieron una cosa: «Estos se aman». Es lo que queríamos que supieran.
    
    Le dije a Abelardo delante de los demás que explicara cómo sería el sorteo para la tarde y cómo es que nos ofrecíamos ambos para estar en la base. Lo hizo de una manera tan simpática que todo el mundo ...
    ... comprendió todo, excepto Sebastián que no entendía nada. Sebastián, sin embargo, no tenía necesidad de entender nada porque ya se tenía que ir apartamento del que faltaba desde la mañana. Abelardo, generoso como siempre, le invitó a venir tantas veces cuantas quisiera, porque Abelardo y yo íbamos a estar todo el mes. Sebastián se despidió de todos como si nos hubiéramos conocido de toda la vida. Abrazó fuerte a Abelardo y le dijo susurrando:
    
    — Te aseguro que vendré, tú y tu novio me habéis gustado mucho, se nota que os queréis mucho, ya me ayudarás a encontrar alguien como él, has sabido elegir.
    
    Abelardo no sabía qué decirle ni como decirle que fui yo el que le encontré a él y lo elegí, solo le dijo:
    
    — Cuando conozcas bien a Doro, entenderás porque no quiero perderlo, entre los dos te ayudaremos a encontrar alguien que te ame como nos amamos nosotros.
    
    Entre nosotros ocho nos organizamos unos juegos acuáticos que comprendían carreras, partidos de waterpolo de cuatro por equipo, hasta que hicimos hambre y teníamos que ir a comer. Nos fuimos al restaurante con nuestro bañador y zapatillas para poder ir por el paseo marítimo que era más directa, ya de regreso lo hicimos por la orilla del mar hasta llegar a nuestro lugar, frente a mi casa, para tomar el sol despatarrados sobre la arena y de vez en cuando y sin orden ni mandato meternos en el mar.
    
    Me di cuenta que, cada vez que alguno de los seis se me acercaba, Abelardo observaba discretamente o me pedía ir a nadar, ...
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