1. Ya soy el puto del equipo (XVII)


    Fecha: 15/01/2020, Categorías: Hetero Autor: janpaul, Fuente: CuentoRelatos

    El segundo piso de La Eiffel 69.
    
    El día amaneció fresco, estuvo nublado hasta las 8 de la mañana. Salíamos a la calle con solo zapatillas y short para correr y hacer hambre para desayunar. No es que sin correr no podríamos desayunar, sino que había que mover piernas y culo para estar en forma.
    
    Al salir de casa parecíamos ir en formación de dos en dos por la acera: iniciaban la carrera Santi y Frasquito, detrás de ellos Martín y Canales, les seguían Mauricio y Leoncio y como yo cerraba la puerta, también cerrábamos filas Abelardo y yo. La mirada al frente porque estaba nublado y nadie llevaba gorra. Yo estaba viendo los primeros de la fila, Santi y Frasquito, totalmente desvergonzados, dándose palmaditas a sus nalgas. Pero Abelardo me dice, mira cómo Martín le mete mano a Canales. En efecto Martín tenía la mano metida dentro del short de Canales, y se notaba que le acariciaba las nalgas. Claro que los de detrás teníamos que contagiarnos. Mauricio volvió la vista sonriendo, al parecer nos había escuchado y metió su mano por la pernera de Leoncio. Este Leoncio se había puesto un short de baja cintura y muy corto, así se le podían ver las nalgas, y Mauricio no tenía que sufrir para meter la mano por la cintura, sino por la ingle hacia arriba. Por eso es que se había vuelto para decirnos lo fácil que lo tenía. Abelardo, como íbamos los últimos, me metió la mano también por delante. Le dije:
    
    — Cochino, te has pasado.
    
    — No; estoy a tu lado y me va bien, —me ...
    ... dijo.
    
    — Eres un desvergonzado, —le dije.
    
    — Menos mal, pensaba que ibas a decirme aprovechado…
    
    — Pues también, un aprovechado.
    
    La cuestión es que se me puso dura y no sacaba la mano. Estaba yo pensando que entre la mano manoseándome mi polla y mis huevos y la carrera que habíamos emprendido de inmediato me iba a correr en plena calle, antes de llegar al paseo marítimo. Así que tuve que pararme y meterme junto a unos árboles. Suerte que era temprano, porque Abelardo se puso de rodillas, me bajó el short y comenzó a mamarme mi polla. No tarde en eyacular en toda su boca y no desperdició ni una gota. Respiré profundo, me sosegué, me serené y emprendimos la marcha para alcanzar a los demás. Adelantamos a Mauricio y a Leoncio porque también Mauricio le estaba mamando la polla a Leoncio. Pero es que poco más adelante estaban Santi follando a Frasquito y Martín a Canales, los cuatro en el mismo lugar. Le comenté a Abelardo:
    
    — ¿Estos nunca descansan? Siempre están follando.
    
    — ¿Acaso tú no estás igual?, —dijo Abelardo.
    
    — Pero no es lo mismo que tú me la mames a que ellos se follen… o sí?
    
    — Yo te la he mamado pero me he quedado con ganas de follarte, — me dijo Abelardo.
    
    — ¿Aquí?
    
    — ¿Y qué más me da?
    
    — ¡Eres un puto maricón, joder!, me bajé el short y me incline hacia el suelo ofreciéndole el culo.
    
    Me la metió de golpe, ni sentí dolor. Es que teníamos ganas ambos y por eso me penetró de inmediato. ¡Joder! ¿Pero qué puta mierda nos había picado? Nos habíamos ...
«1234...8»