1. La puta del barrio


    Fecha: 16/09/2017, Categorías: Primera Vez Autor: Barquidas, Fuente: CuentoRelatos

    ... también lo más femenino de mí, te entrega mi cariño, mi amor de mujer enamorada, depositándolo en ese tu miembro, que llena, a bosar, mi todo yo material
    
    Efectivamente; Sonsoles iba a pronunciar una palabra muy, muy vulgar, muy soez; era la forma habitual en que solía hablar, pero se dio cuenta, pensó, que no era lo apropiado al momento… Era aquella la única vez que, practicando el sexo, no se sentía sucia…no se sentía puta, sino limpia; limpia y enamorada… Luego, “palabros” como ese, entonces no habían lugar, pues mancharían, mancillarían, lo límpido, lo bello, lo hermoso, del momento
    
    —Sí, mi amor; sí; así es… Y mi virilidad recibe tu amor, tu inmenso amor de mujer, y lo irradia a todo mi masculino ser… Toda mi masculina humanidad, embriagándola de dicha y placer…de placer y dicha, aunados ambos en un todo indisoluble
    
    —SÍ; así es, querido mío… No estamos foll…, copulando; estamos haciendo el amor; amándonos, querido mío…amándonos… Te quiero, Luis, vida mía; te quiero, te quiero… ¡Ay!... ¡Ay!... ¡Ay!... Te amo…te amo…te amo, amor mío… ¡Ay!, ¡ay!, ¡ay! Ámame, amor; ámame… ¡Sigue…sigue!… mi amor, mi vida, mi cielo…¡Sigue, sigue! ¡Agg! ¡agg!
    
    Y cuando notó como él empezaba a temblar, cómo su sexo palpitaba dentro de ella, llenándola de calor, lo acompañó en su placer. Se fundieron en un orgasmo que, para siempre, los unía…
    
    Si Sonsoles había gozado hasta lo indecible mientras Luis le hacía el amor, gozó también con lo que pasó después. Fue algo muy simple, pero ...
    ... que sin embargo le hizo un nudo en la garganta y sus ojos se aguaron. Él, simplemente, se quedó. La abrazó y se quedó con ella. Sin decir nada. Sólo sintiendo el uno el calor del otro.
    
    Sabemos que Sonsoles era atea, no creía en Dios, las Sagradas Escrituras, los Evangelios, que ni por el forro los conocía; pero, de no haber sido así, si hubiera sabido algo de lo que los Evangelios dicen, seguro que en tales momentos, cuando tan plenamente feliz se sentía, ese sentimiento, esa dulce felicidad de que disfrutaba, seguro que le hubiera recordado algo; algo que aparece en los Evangelios de Marcos y Mateo, : “Por eso, abandonará el hombre a su padre y a su madre, y se irá con su mejer; y se unirán los dos en una sola carne; y ya, nunca más volverán a ser dos, sino uno solo” (Mateo, 19.5-6/Marcos, 10.7-8)
    
    Y es que, lo que Sonsoles sentía en tales instantes, era eso, precisamente: Que ella no era ella sola, ni Luis él solo, sino que eran dos cuerpos unidos, fundidos, indisolublemente, en un solo cuerpo; dos almas, unidas, también indisolublemente, en una sola alma… Ella, era ella misma, unida, inseparablemente, a Luis, y Luis, él mismo, unido, inseparablemente también, a ella misma, a Sonsoles
    
    Un inciso: Parecerá que exagero, que este tipo de amor, la verdad, no existe. Si entráis en mi perfil, mis queridas amigas, mis queridos amigos, veréis que digo “Mi propósito es cantarle al amor sin reservas, al que es capaz de entregarse al ser querido sólo por sentir el placer o la ...