1. Nochevieja de morbo.


    Fecha: 12/12/2019, Categorías: Jóvenes Autor: Anónimo, Fuente: RelatosEróticos

    ... la pista de baile, aunque a medida que profundizábamos en nuestra charla me iba olvidando de ella.
    
    El tiempo pasaba y me contó que estaba casado y tenía 2 hijos, aunque su matrimonio no pasaba por el mejor de los momentos. No es que nadara en dinero, pero sí tenía una posición acomodada. Contaba con una pequeña empresa con oficinas en el centro de la ciudad y varios empleados a su cargo. Traté de adivinar su edad varias veces, pero no acerté. Yo fui sincera y le dije la verdad. Según tomábamos confianza, él aprovechaba para rozar con disimulo mis brazos desnudos o incluso posar ligeramente su mano en mis piernas cruzadas sobre el taburete. Mi situación, por el contrario, era bastante peor que la suya. Pertenecíamos a mundos completamente distintos. Había terminado el instituto, pero mi madre, con quien vivía, no tenía recursos para mandarme a la universidad a estudiar. Ella limpiaba habitaciones de hotel y dificilmente nos podia mantener a las dos en un piso alquilado. Yo me sacaba mis extras currando a veces de camarera en otro bar o haciendo de azafata de congresos o promotora de bebidas.
    
    Empezamos a gustarnos bastante y con el calentón que teníamos los dos y supongo que el alcohol también ayudaría, comenzó el magreo. Primero con unos besazos con lengua increibles. Él sentado en el taburete de la barra con sus piernas abiertas y yo de pie con mis muslos pegados a su entrepierna. Sus manos iban recorriendo mi espalda suavemente desde los hombros hasta mi culo. Se detenía a la altura de mi cintura y aprovechaba para meter sus manos por debajo de mi top, acariciando mi vientre con una mano y mi columna vertebral hasta que se perdía bajo el sujetador, con la otra.
    
    Mientras tanto, sus besos empezaron a bajar por mi cuello hasta mi clavícula. Comencé a jadear un poco y noté que él tenía una empalmada bastante considerable. Lo cogí de la mano y me lo llevé al centro de la pista de baile. Allí empecé a bailar de manera provocativa rozando mi culo con su evidente bulto que iba en aumento. Él me pasaba la mano por mi vientre y notaba como mis abdominales se contraían. La otra mano trató un par de veces agarrar mis pechos, pero se la aparté. Con mi trasero sobre su pene erecto en los pantalones y su boca cerca de mi oido me dijo que me deseaba con locura y que quería penetrarme. Aumenté el ritmo del juego y él acabó corriéndose allí mismo, bajo su ropa. Eran casi las 4 de la mañana y el pub aquella nochevieja estaba lleno. Nos convertimos en el espectáculo del bar y comenzaron a silbarnos e incluso a hacernos palmas. Mi amiga estaba comiéndose la boca con otro tipo que no era su novio en el otro extremo del local, pegados a la pared. Él me agarró del brazo y decidimos irnos de allí, después de que se encargara de la cuenta.
    
    Me propuso ir a su oficina del centro que no quedaba muy lejos y había un sofá cama. Era Navidad y estaban todos de vacaciones. No volverían a trabajar hasta después de Reyes, así que acepté. Pillamos un taxi hasta allí. ...
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