1. Amor paulatino: Me enamoré y le entregué mi culo virgen


    Fecha: 16/11/2019, Categorías: Transexuales Autor: aritacariñosa, Fuente: SexoSinTabues

    Me presento, soy Ariadna, una mujer de transgénero nacida en la provincia de Bs As y que ahora estoy en una provincia del interior de Argentina. Hace poco relaté brevemente cómo se desenvolvió mi vida en prisión hasta conocer a mi gran amor. Cuando era adolescente, el mismo año que falleció mi propio padre en Bs As, mi madre se metió con un tipo de otra provincia. Nos fuimos a vivir con él a otra provincia. En mi opinión, fue una decisión muy apresurada que ella tomó. Porque el tipo fue un infeliz que la maltrató durante tres años. . Ese fue un año muy ajetreado para mí, lleno de sorpresas. Mi alma estaba repleta de dolor porque mi papá dejó de existir en mi vida. Fue un hombre muy tranquilo, comprensivo y cariñoso. Pero siempre tuvo problemas económicos para mantenernos en casa. Ganaba muy poco en su trabajo. En esa época, con mi padre como jefe de familia, lo que abundaba era la escasez. Éramos muy pobres, pero yo era feliz. Desde mi niñez me sentí muy mujercita. Me acuerdo que jugaba con mi prima mayor a las casitas. Ella comenzó a vestirme como una mujer. Me gustó muchísimo estar así. Yo pienso que es algo genético, algo con que nací. En mi inicio de adolescencia, mis deseos por verme como mujer, se incrementaban día a día. Quería usar tanguitas, vestidos, maquillaje, etc, etc. Lo sentía en mi corazón. No me animaba. Tenía miedo de decepcionar a mi papá. Por esa razón, en Buenos Aires, mientras vivíamos con mi padre, controlé todo impulso de vestirme como tal. En la ...
    ... otra provincia, me comencé a liberar. Deseaba mitigar todo el dolor acumulado en mi espíritu por la muerte de mi padre. Se desató toda mi rebeldía juvenil. Ya no me importaba nada. Necesitaba volver a ser feliz. La situación económica para mamá y para mí, mejoró muchísimo en la nueva casa. Vivía en una ciudad más chiquita y tranquila. Me acuerdo que ya disponía de efectivo en mi bolsillo, que mi mamá me daba, a pesar de vivir en un año de plena crisis económica en toda la Argentina. En la muy linda casa donde habitaba, yo tenía un gran dormitorio. Con un buen espejo. Todavía no tenía las agallas para verme vestida como mujer. Los hombres acaparaban toda mi atención. Cuando veía televisión, tenía una cierta atracción hacia los actores y modelos. También de reojo observaba aquellos lindos chicos que pasaban por la calle. Debido a la mudanza a otra ciudad, tuve que concurrir a una nueva escuela. En aquellos años, el secundario se dividió en dos partes: EGB3 y Polimodal. Mi mamá me inscribió en un colegio público vespertino para adolescentes de avanzada edad. Un secundario de sólo cuatro años de carrera en total. Asistía en la tarde y salía de noche, junto con otros chicos de mi edad aproximadamente. La mayoría tenían quince y dieciséis años. Yo, catorce. Al principio me costó un poco adaptarme al grupo de mis compañeros y compañeras, que me recibieron con bastante cordialidad. Mis ojitos se desviaban sobre dos muchachos del curso: Sebastián y Luciano. Ambos muy lindos. Sebastián ...
«1234...15»