1. Amor paulatino: Me enamoré y le entregué mi culo virgen


    Fecha: 16/11/2019, Categorías: Transexuales Autor: aritacariñosa, Fuente: SexoSinTabues

    ... te ves hoy!" Yo aún no me daba cuenta de los cambios que comenzaron en mi. Lo tenía asumido como algo muy natural. Le contesté con cierto fastidio, haciéndome la tonta: "Hola Chano. ¿Qué te trae por aquí?" . Él me miraba con gestos de mucha sorpresa. Quería decirme algo respecto a mi presentación. Evité cualquier comentario de él sobre mi femineidad, porque me planté bien de frente, mostrándole una expresión de enemistad y de mucha antipatía. Él no realizó ninguna crítica hacia mí. Me contó que estaba buscando repuestos para su dañada skateboard (patineta). Una patineta profesional, según él. Se había roto en la parte de las ruedas. No los podía conseguir. Bajé la guardia por alguno de su posibles comentarios, para quedarmos a conversar acerca de la escuela. Luego me pidió que lo acompañara a un comercio de ventas de partes de skates. El último que le quedaba por recorrer. Así fue, lo acompañé hasta ahí. Desafortunadamente para él, no pudo obtener lo que quería. Vi su muy linda cara expresando muchísima frustración. Fuera del local, caminábamos por la vereda lento, tranquilos y charlando. Sin embargo, él estaba algo decaído porque no podría disfrutar de su patineta. Al llegar a una plaza, en frente vi una heladería. Decidí levantar su ánimo. Le invité a consumir un helado que aceptó con gusto. Mientras hablábamos de su jovi y de la escuela, disfrutábamos de ese rico helado que ingeríamos cada uno. En un momento de nuestra conversacion, cayó sobre su cabeza, una pequeña hoja ...
    ... de un árbol. Él no se dio cuenta. Delicadamente, se la retiré con mi mano derecha acariciando su pelo. ¡Me encantó! Porque el sonrió cuando lo hice. Mientras me conversaba, mi mirada se perdía en sus ojos y su sonrisa. Ese día sentí que tuve mi primera cita con él como una chica. En la escuela todo cambió entre los dos. Como yo era muy estudiosa, a esa altura del año, ya tenía dominadas prácticamente todas las materias de nuestro cursado. En cambio, Chano trabajaba muy duro, ayudando a su padre desde muy temprano hasta las catorce horas. No le quedaba mucho tiempo y energías para estudiar. Por eso siempre le tendía una mano para trabajar en clases, en los prácticos, etc. Me fascinaba hacerlo, porque me daba pié a estar con él. Le explicaba todo con muchísima paciencia y dulzura. De esa forma, comenzamos una amistad con mucha miel. Entre los dos, nuestro nivel de confianza aumentó increíblemente. Mi corazón latía más rápido cuando estaba con él. En un día de escuela, decidí ir un poquito más maquillada. Mientras hacíamos unos ejercicios de matemáticas, el volvió a resaltar mi cambio de look: "Te. hayo muy diferente. Has cambiado bastante desde que te conocí. Hay algo muy distinto en vos". Yo quería algo más que una amistad con él. Mirándolo muy fijamente a sus ojos, me las jugué: "Acaso ¿Me ves linda(o) Chano?". ¡Quedó duro, helado! Ante mi pregunta, lo dejé con la boca abierta. De inmediato me dijo: "No te voy a responder". Yo me paré frente a él, que estaba sentado, tomé su ...
«1...345...15»