1. Madre e hijo. Relato real.


    Fecha: 04/11/2019, Categorías: Incesto Autor: Anónimo, Fuente: RelatosEróticos

    ... depilado todavía rojo de los tirones. Los pechos al aire.
    
    Y sin cortarse un pelo delante de mi hijo. Como es lógico a los dos machos de la casa se nos fue la mirada al mismo sitio.
    
    Me marché al taller y cuando llegué, me dijo el mecánico que iba a tardar un poco más de lo previsto pues tenía una urgencia. Por lo que me llevó a casa antes de lo esperado.
    
    Al meter la llave en la puerta observé que no podía girarla pues había otra llave puesta por dentro. Me apresuré a tocar el timbre, lo toqué varias veces y nadie me abría. Entonces llamé por el móvil y Teresa me dijo que salía, que estaba dentro y acababa de ducharse.
    
    Salió a abrirme con el albornoz, llevaba todo el pelo despeinado pero seco y los labios un poquito rojos. Entre para la habitación y oí el agua cayendo del baño, Juan también se estaba duchando.
    
    En la puerta de la habitación estaban las sabanas amontonadas para sacarlas al canasto de la ropa sucia. Cuando me fui, la cama estaba hecha.
    
    Observé que el colchón sin sabanas tenía una mancha bastante grande de humedad, como si acabaran de pasarle un trapo mojado. Empecé a pensar que podrían haber restregado una toalla mojada para quitar alguna manchita de semen, pues a mi mujer y a mi nos había pasado más de una vez.
    
    Pensé, será posible que Teresa y Juan, madre e hijo hayan estado ..
    
    Pero enseguida me volvió la cordura, ya estaba yo con mis fantasías sexuales
    
    absurdas.
    
    Dos día más tarde, jueves 13 de mayo, me eché la siesta un rato, mi ...
    ... mujer se quedó leyendo y mi hijo en el ordenador. Me dormí pero en seguida me desperté y fui a la cocina a beber agua, pues la comida había sido copiosa. Conforme me acercaba a la cocina, oía unos gemidos procedentes de la habitación de Juan. La puerta estaba entreabierta, mire y vi a mi mujer subida en el taburete, apestillada contra la pared. No se le veía la cara, estaba oculta por el marco de la puerta, tenía cogida entre sus brazos la cabeza de Juan, presionándola sobre sus pechos desnudos mientras él se los comía. La falda subida dejando sus piernas descubiertas y ente ellas mi hijo Juan, con el pantalón y los calzones bajados moviéndose bruscamente entre sus piernas y con su polla penetrándola. Ella gritaba entre gemidos – ah, fóllame más, fóllame más, más, no pares fóllame.
    
    No podía creer lo que estaba viendo, mi hijo y mi mujer, madre e hijo follando. La verdad es que la escena me excito. Me di la vuelta y mientras regresaba a la habitación oí a mi mujer gritar algo conocido por mí – ah, ah, échame tu leche, échame tu leche, ah, ah, la siento, siento como tu leche inunda mi agujerito, sigue, sigue, no pares, aahhhh. -Se acababan de correr, mi hijo se había follado a su madre, le había echado todo su semen en su cañito. Se había corrido dentro de un agujerito, hasta ahora reservado para mí.
    
    Me metí en la cama y mi pene estaba más erecto que nunca. Después de un buen rato cuando ya oí movimiento y supe que habían terminado me metí al baño y me masturbe pensando en ...