1. Madre e hijo. Relato real.


    Fecha: 04/11/2019, Categorías: Incesto Autor: Anónimo, Fuente: RelatosEróticos

    ... gustar yo a mi hijo, eso es una aberración.
    
    - No. no es una aberración, a casi todos los chicos le pasa en una determinada edad, le llaman complejo de Edipo.
    
    Me preguntó – a ti también te paso.
    
    - La verdad es que no lo recuerdo. De todos modos lo pasamos bien y nos excitó mucho fantasear con que podía ser él, pues ya está, no le des más vueltas.
    
    El resto del camino Teresa fue muy pensativa y sin decir una palabra.
    
    Por la noche cuando me metí al msn, le dije a Teresa.
    
    - Mira está hay otra vez, me ha saludado y me ha dicho que si nos vemos otro ratito, voy a ignorarlo.
    
    - No, no, déjame a mí. Me dijo Teresa.
    
    En ese momento pensé que se iba a descubrir todo. Pero me equivoqué, pues mi mujer dijo vale vamos a vernos y él lanzó una invitación para verse por webcam, ella aceptó.
    
    Allí estaba él, otra vez con su polla erecta contemplando las piernas de su madre.
    
    Ella le preguntó – que edad tienes.
    
    - Tengo 20 años.
    
    - Yo tengo 43 – contestó Teresa.
    
    Mi hijo le replicó – la edad es algún problema.
    
    - No, pero podría ser tu madre.
    
    - Pues eso me excita más todavía – respondió Juan.
    
    - Te excita que yo pudiera ser tu madre.
    
    - Sí - respondió mi hijo Juan.
    
    - Y eso, es que estás enamorado de tu madre.
    
    - Enamorado no, pero un buen polvo si que le echaba. Está buenísima. No veas la de veces que me he masturbado pensando en ella.
    
    - ¿De verdad? – respondió mi mujer.
    
    - Sí, de verdad, bueno mamá súbete la falda. No te importa que te llame ...
    ... mamá verdad.
    
    - Sí, llámame mamá – respondió Teresa.
    
    Yo estaba en una esquina leyendo la pantalla sin respirar, pues no sabía como podían desarrollarse los acontecimientos. Pero me di cuenta que empezaba el juego.
    
    Mi mujer se subió la falda, se quitó las bragas, se abrió de piernas subiéndolas al reposa brazos. Mostrando su coñito totalmente abierto. Ignorando que yo estaba allí, sabiendo que era su hijo. Comenzó a meterse el pene de látex hasta el fondo, acariciándose los pechos y dando gemidos como una gatita en celos.
    
    Fue fantástico, Me tuve que desabrochar el pantalón, pero fue inútil lo único que conseguí fue liberar mi pene para que soltara un chorro de semen. Mi mujer se corrió con el pene de látex metido a tope y me hijo también soltó su río de leche.
    
    Al día siguiente follamos recordándolo. Después comentamos lo morboso de la fantasía.
    
    Durante esa semana mi hijo y mi mujer se mostraron muy cariñosos, que si mi hijo le daba un palito en el culo a su madre, que si su madre le daba un piquito.
    
    El fin de semana siguiente volvimos a repetir la hazaña.
    
    Pero esta semana la historia ha dado un giro inesperado e inexplicable, martes 11 de mayo de 2010, he quedado después de comer con el mecánico para reparar una avería en el coche. Me comentó que tardaría unas 2 horas.
    
    Terminada la comida me dispongo a marcharme al taller y sale mi mujer a despedirse, con una única prenda puesta, unas braguitas negras transparentes, que dejaban ver su coñito recién ...