1. Ya no soy una nina (i)


    Fecha: 21/10/2019, Categorías: Dominación / BDSM Autor: Anónimo, Fuente: RelatosEróticos

    Soy una esclava. Mi vida, mi cuerpo, mi mente y mi placer le pertenecen por enteró. Solo existó para sus caprichos.
    
    Todo comenzó el día en el que conseguí convencer a mi madre para que no marcharme con ellos a las vacaciones a la casa de la playa. Hacía años que me aburría mortalmente en ella pero nunca me consideraban lo suficientemente mayor hasta que realmente lo fui. Supongo que os podéis imaginar mi alegría al tener la casa para mi sola durante tres meses.
    
    Solo me dieron un par de reglas: Mantener la casa limpia y no dejar entrar a ningún desconocido.
    
    No era difícil. Teníamos a una chaca contratada y desde luego no iba a ser tan estúpida de dejar entrar a nadie...
    
    La primera vez que vi a mi amo fue cuando llevaba apenas unas horas disfrutando de mi soledad. Estaba tirada en la cama de mis padres escuchando música cuando oí un fuerte ruído en la calle. Éstaba rebuscando en los cubos de basura. Él y su perro sentados en una acera comiendo nuestras sobras.
    
    Me quedé hipnotizada viendo como un hombre era capaz de comerse lo que nosotros tirábamos.
    
    No tardó en darse cuenta de mi presencia. Sin el más mínimo miedo, se sacó la polla y comenzó a pajearse en mitad de la calle. Me retiré, cerré la cortina completamente avergonzada.
    
    ¿Qué estaba haciendo? Me dio por pensar que me estaba comportando como una chiquilla. Primero, por no ser capaz de hacer nada, y segundo por haberle arrebatado seguramente el único momento bueno de su día.
    
    Me sentía culpable e ...
    ... hice algo digno de una chiquilla: Le invité a entrar.
    
    -Tengo algo de comida dentro... Si quiere...
    
    -¿No tienen algo que decir tus padres?
    
    -No están en casa – respondí con sinceridad – Están de vacaciones en...
    
    Se acercó a mi. Es más alto que yo y mucho más viejo que mi padre. Su pelo, negro como el carbón, era un desastre, barba larga y desliñada y llevaba ropa que había visto días mucho mejores. Traía también una botella de agua ardiente con él, y como ya he dichó, le acompañaba un perro negro y enorme
    
    -Póngase cómodo. Traeré algo para ti y el perro.
    
    -¿Y la paja? -mencionó mientras echaba un tragó - ¿Qué piensas hacer con la paja?
    
    -Si se va a comportar como un grosero será mejor que se marché.
    
    -¿Y qué vas a hacer, gritar? - preguntó cuando acercándose a mi.
    
    -Si es necesarió... - pronucié con un susurró de voz.
    
    Él me examinó. Iba con zapatillas de andar por casa, una bata y un camisón corto de veano. Apartó el pelo de mi cara...
    
    -Tú no eres de las que gritan, tu eres de las que gimen. Tu novio debe estar encantado contigo. ¿Por cierto dónde está?
    
    No me salían las palabras de la boca. Él echó otro trago y comenzó a juguetear con mi pelo. Pasaba sus sucios dedos por mi adorado cabello.
    
    -Gritaré... -volví a decir.
    
    -No, no lo harás.
    
    Me desató la bata y esta cayó al suelo. Nunca antes había estado tan desnuda e indefensa ante un hombre. Él me abrazó y empezó a olerme.
    
    -¿Tienes la menor idea de cuánto tiempo hace que no estoy dentro de ...
«1234»