1. Desafío de galaxias (capitulo 56)


    Fecha: 14/10/2019, Categorías: Sexo Oral Autor: calvito, Fuente: CuentoRelatos

    ... Hay que sacar los bancos de memoria, y hay que…
    
    —¡Eh! Nada de trabajo, —la interrumpió al tiempo que la ponía el dedo sobre los labios— Marión sabe muy bien lo que hay que hacer.
    
    —Os estáis aprovechando de mí: desde que nos hemos piñado todo el mundo quiere darme ordenes, —Marisol estiró la mano para saludar al padre de Anahis que se la cogió y besó.
    
    —Tengo que hablar con Felipe para contarle lo de Sarita.
    
    —Felipe estaba en Almagro visitando a sus padres, y viene hacia aquí con los tuyos y los de Sarita. Llegaran en un par de horas: ya les hemos preparado un alojamiento en el Palacio.
    
    —¡Joder! Papa y mama, ¿se enteraron por ti?
    
    —No, no, por la televisión: todos los canales dieron la noticia desde el primer momento. He estado en contacto en ellos y ya están más tranquilos.
    
    Cuatro soldados entraron en el camarote con una camilla de mano para llevarla al hospital.
    
    —Primero Sarita, —dijo Marisol cogiéndola la mano y besándola. Anahis sonrío e hizo una indicación a los soldados para que se la llevaran. Unos minutos después, otros cuatro soldados se ocuparon de ella. El canal federal transmitía en directo, incluso desde el interior de la nave. Toda la galaxia vio como la sacaban del camarote, mientras un sanitario sujetaba en alto las bolsas de suero, y cuándo aparecieron por la puerta exterior de la nave, miles de personas, que se había ido congregando comenzaron a aplaudir.
    
    Una semana después, Marisol seguía en el hospital convaleciente de las ...
    ... heridas y de las operaciones posteriores. Ese día, Sarita llegó andando con precaución asida al brazo de Felipe, su marido. Las dos amigas se besaron y abrazaron mientras lloraban de felicidad, incluso a la madre de Marisol se le saltaron las lágrimas.
    
    —¿Qué tal estás Sarita?
    
    —Tirando, pero mira, —respondió subiéndose la camiseta y mostrando su costado donde una larga cicatriz lo recorría desde la columna hasta el esternón— está cicatriz vale por todas las que tienes tú.
    
    —¿Será posible? ¡Vaya dos! —exclamó la madre de Marisol besando a Sarita — estaréis orgullosas del susto que nos habéis dado.
    
    —¡Mama! Que han sido los malos los que nos han atacado, —y mirando a Sara añadió—: ¿Te dieron ayer el alta?
    
    —Si, desde ayer estoy en casa con Felipe, dándole el coñazo.
    
    —¡Tú a mí no me das el coñazo!
    
    —Pues a mí, no sé cuándo estos cabrones me van a dar el alta. Estoy harta de…
    
    —¡Marisol! Ese vocabulario cuartelero por favor, —la reprendió su madre.
    
    —¡Y encima con mama! ¿Qué te parece? ¡Para flipar!
    
    Con Marisol todavía en el hospital, Marión reunió al Estado Mayor; había temas que tratar que no podían esperar. Los comandantes expusieron sus informes de situación, y el último que tomo la palabra fue el flamante general J. J. Gómez, de la Inteligencia Militar que se estrenaba en el Estado Mayor.
    
    —Muy bien chicos, ya sabéis cómo están las cosas, —intervino finalmente Marión—. Hemos destruido nueve naves corsarias, pero tres lograron escapar. ¡A pesar de las ...
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