MARISA: BARCELONA - Relatos Eróticos

MARISA: BARCELONA

... de la fábrica, y una vez estuvimos dentro, Marisa me llevó al salón y me indicó que me pusiera cómodo mientras ella se cambiaba de ropa y preparaba un café, de modo que me quité la chaqueta y la corbata.Al volver era otra: el pelo que siempre llevaba recogido ahora lo llevaba suelto; le llegaba unos 15 cms. por debajo de los hombros y llevaba puesto un pijama de color amarillo claro, de un tejido suave, parecido a la seda, que a contraluz dejaba ver que llevaba puestas bragas, pero iba sin sujetador y lo cierto es que me resultó muy atractiva, de modo que al sentarse a mi lado para tomar juntos el café dije: “Así estás muy atractiva y sexy, Marisa”“Anda Antonio, déjate de cumplidos, que los años no pasan en balde y los dos sabemos a lo que hemos venido”.“Es cierto: seguro que no es como cuando tenías 30 años menos, pero para la edad que tenemos estás francamente bien”.“Pues muchas gracias por el cumplido. Sienta muy bien esto de sentirse de nuevo deseada por alguien.”Al inclinarse a coger la taza de café, aproveché para deslizar mi mano por debajo de la blusa de su pijama y acariciar su espalda, por la zona de los riñones, por lo que al incorporarse me miró y sonriendo dijo: “sí que eres rápido: veo que tienes tantas ganas como yo de pasar a la cama”.“Pues sí, pero es que además me gusta mucho sentir el tacto de la piel. ¿No tendrás alguna loción para masaje y así te lo doy?”.“Crema hidratante; voy a por ella y mientras ve tú al dormitorio y ponte cómodo: la primera puerta a ...

... la izquierda en el pasillo”.Pasé al dormitorio, que tenía una cama enormemente ancha y al terminar de quitarme los pantalones llegó Marisa con la crema, un par de toallas de playa y toallitas de limpieza íntima. “Son para no manchar las sábanas con la crema”; abrimos la cama y las extendió.Se giró y dándome la espalda se quitó la parte superior del pijama y luego el pantalón, y cuando iba a quitarse las bragas dije: “déjatelas puestas para el masaje”.Se volvió y al ver que yo tenía aún los bóxer puestos dijo con una carcajada: “¿No me digas que te da vergüenza que te vea desnudo?” a modo de broma.“Pues sí, es eso… bien sabes que eres la única mujer en España que no me ha visto desnudo y que no me la ha tocado, anda y ponte boca abajo en el extremo de la cama para que te pueda dar un buen masaje” dije siguiéndole la broma pues sabía que me habían operado 3 veces de próstata y las operaciones se hacen por cateterismo a través del pene.Se tumbó boca abajo con la cabeza inclinada mirando hacia afuera de la cama y al ver las cicatrices de sus operaciones dije: “Pues no te han dejado muchas cicatrices las operaciones”.Sonrió y, mirándome dijo: “veo que a ti tampoco, que se te ha puesto morcillona y se te empieza a salir”, al ver cómo, en efecto, ya la tenía un poco morcillona y, al tener desabrochado el segundo botón del bóxer, que siempre lo llevaba así, se veía su estado.“Como para no ponerse así con el espectáculo que estoy disfrutando” dije al tiempo que le daba una palmadita ...