1. Mi hija me hizo cornuda


    Fecha: 25/09/2019, Categorías: Gays Autor: ámbar coneja, Fuente: CuentoRelatos

    ... leer.
    
    ¡mi amor, me encantó que nos veas tener sexo! Tengo que confesarte que cuando acabé en la boquita de la Ceci, fue porque te vi las tetas desnudas! Me sorprendiste guacha, ese no era el trato! Vos vestidita siempre, te acordás? Jajaja!
    
    Increíblemente estaba la continuidad de ese mensaje.
    
    ¡uy papi, y te gustaron? si hubiese sido por mí me arrancaba la tanga y te la tiraba en la cara! A mí me encantó verte la pija! Hacía mucho que no te la veía! Y por otro lado, hace mucho que no me das la lechita!
    
    Definitivamente mi cabeza explotó. Si mi hija estuviese frente a mí, seguro terminaba en la morgue y yo presa. La putita se cogió al padre, o viceversa, y todo era cada vez peor! Quería quemarme los ojos con una vela, suponer que me estaba volviendo loca, que se me aproximaba algún brote psicótico por mis frustraciones, o justificarlo de algún modo. Pero la letra era tan fría y real como la traición que congelaba mis pulmones.
    
    ¡papiiii, estamos con la Ceci en tu escritorio, comiéndonos a besos y en bombacha como lo pediste! Más te vale que la primera lechita sea para tu chiquitita meona! Estás listo?
    
    Miguel siempre le decía así porque cuando se la llevaba a andar a caballos a la estancia de su tío, por alguna razón Ivana se hacía pis en plena cabalgata.
    
    ¡papi, te dejé una bombachita en el bolsillo! Ojo en la oficina, que no se te caiga! Además quería decirte que la Ceci quiere pija! Necesita plata para salir!
    
    Afuera el viento se oía desgarrador, cuando ...
    ... yo ya estaba descalza, en tetas y a punto de quitarme el palazo, imaginándolo todo, más caliente que una pava.
    
    ¡dale Ivana, levantate… vení al patio, que la Ceci no vino! Quiero la boquita de mi chiquita golosa! Vos querés la mamadera de papi? Vení así como estés!
    
    Mi hija seguro le succionó la verga hasta privarle el último resabio de semen, y eso me encendía más el clítoris y los movimientos dedales que me hacía en la argolla, ya lejos de ofuscarme.
    
    ¡mi vida, tenemos que lograrlo! Quiero cogerte toda en la cama de mami! Me volvés loquito! Decile a la Ceci que se sume por favor. Yo ya le pedí a la abuela que hable con mamá para que mañana la acompañe a terapia. Ahí podemos hacerlo! Qué pensás?
    
    Yo no podía ni tenía tiempo para sospechas. Mi marido fue un buen amante conmigo, aunque evidentemente con Cecilia y su hija también.
    
    ¡paaaa, estoy por bañarme! Vení ya, echame un buen polvito que no aguanto más! Me duele la concha de tanto necesitar tu pija rica!
    
    No había lugar para la danza de mis tripas envenenadas. No quería otra cosa más que masturbarme. Encontré algunos calzones de Ivana de cuando era niña, y otros de su adolescencia. Los frotaba con severidad en mi concha, los mordía y los babeaba, me cacheteaba las mejillas con ellos y me los introducía en la vagina. Uno de ellos todavía conservaba el aroma de su sexo.
    
    ¡ivana, ya cogimos con mamá, y ya se quedó dormida! Esperame que paso a buscar a la Ceci por su cuarto y voy! Dejate solo la bombachita por ...