1. La máscara italiana


    Fecha: 22/09/2019, Categorías: Incesto Autor: FMalvino, Fuente: CuentoRelatos

    ... indiscretas y a las afueras de la ciudad.
    
    Al entrar, Juancho, se quejó molesto: -“¡Hueso, esto es un asilo!”-
    
    El mencionado se rio y grito para que todos lo escucharan: -“Acá llegaron los superhéroes a salvar la noche. ¿Dónde están las villanas?”-
    
    Gritos de mujeres en celo festejaron la llegada de aquellos paladines del placer.
    
    En la fiesta serian alrededor de unas 80 personas, entre hombres y mujeres de entre unos 35 a 70 años aproximadamente. El alcohol de lo mejor, corría sin control, así como algunas bolsitas que no era necesario preguntar que contenían, entre risas y bailes alocados.
    
    Aquello eran las vacaciones de todas reglas morales. Salvo unas que debían respetarse a rajatabla: divertirse sin lastimar al otro y no sacarse la máscara de la cara bajo ningún concepto. Una forma de cuidar el anonimato de los participantes, sobre todo de aquellos cuya actividad pública era ampliamente conocida.
    
    Teresa, se sentía rara, solo estaba vestida con una máscara. Había ido por insistencias de sus amigas, además quería experimentar algo distinto en su vida de oficinista y ama de casa. Y como ya no tenía compromisos, decidió ir más por curiosidad y morbo que por otra cosa. Poco a poco, se fue contagiando del espíritu de la fiesta entre alcohol y confesiones íntimas de sus amigas.
    
    Nunca imagino que Sara, la espiritual del grupo le mamase la verga a su instructor de Yoga, entre otras cosas que hacían para abrir los chacras, según ella.
    
    Y Carmen, la ama de casa ...
    ... perfecta, se hacía dar por el culo con el cadete del supermercado, ella misma confesaba: –“Ese guacho desgraciado la tiene tan dura que por días me deja el culo haciendo guiños”.
    
    “¡Ay chicas son unas putas!”- Exclamo Teresa sin poder creer lo que confesaban sus amigas.
    
    -“Haber lo que tiene que confesar la monjita”- Replico Sara, sorbiendo su semen de Hulk, un cóctel de menta, licor de chocolate blanco y vodka.
    
    -“Y nada, que va a tener, si ni siquiera tiene uno de estos…”- Dijo Carmen sacando un consolador plateado de 25 cm de su cartera.
    
    Todas rieron a carcajadas. Teresa confesó que desde su divorcio se había anulado sexualmente, tenía un hijo que criar y una casa que mantener, dado que el inepto de su ex esposo, nunca le paso un peso.
    
    -“Mirá ese Batman que está ahí. Que bulto, por favor. Ya me mojé toda.”- Señaló Sara.
    
    La máscara italiana de Teresa ocultó su vergüenza por mirar a un chico de la edad de su hijo, como un hombre deseable.
    
    Era impresionante ese pedazo que exhibía, era como la de su ex marido, lo único bueno que tenía ese desgraciado.
    
    -“Es como la de Roberto…”- Confesó sorprendida.
    
    -“Y pensar que su esposo me quiso llevar a la cama y yo no quise…” Se lamentó Carmen al oído de Sara.
    
    Las horas pasaron, las barreras de la represión se abrieron, como las piernas de muchas mujeres que, gemían alborotadas de placer montadas por activos jóvenes que derrochaban sensualidad.
    
    Un lord Vader se hacía lamer el pene revestido en un preservativo ...