1. Visitas a mi vecino (Un día de campo)


    Fecha: 10/09/2019, Categorías: Dominación / BDSM Autor: dont343, Fuente: CuentoRelatos

    ... preciosas rocas blancas.
    
    James paró su coche y salió enseguida. Le hizo una indicación a Justin, y Pedro sacó unas toallas de baño, bastante grandes y las repartió entre nosotros para que las colocáramos sobre las rocas. Quería grabar aquí y que dejaramos los coches ocultos hasta que bajáramos. Le parecía un buen sitio. Un lugar idóneo.
    
    Aparentemente estábamos solos. Y James le dijo a Pedro lo que quería.
    
    A Chencho y a Loren les tocó meterse en el agua desnudos; mientras el tío Enrique les grababa desde arriba, subido en una roca, y Justin se situó en el borde para grabar un tipo de planos mas comprometidos.
    
    Los chicos empezaron a jugar salpicándose y subiéndose uno encima del otro… en fin, era el momento de lucirse; y, tal vez, por eso, Justin tuvo que desprenderse de casi toda su ropa, y quedarse en calzoncillos mientras les grababa. Le estaban poniendo chorreando.
    
    A mi, sin embargo, me pidieron que me colocara en una de las toallas; y me tumbara boca abajo. Enseguida se me acercó James y empezó a darme un masaje con protector solar, que ¡por cierto! me relajó muchísimo. El tío Enrique bajó a grabarnos.
    
    No imaginé que “El dire” supiera dar masajes tan placenteros.
    
    Ya eran casi las tres y media y teníamos mucha hambre, pero todavía no podíamos dejarlo.
    
    - ¡SOLO MEDIA HORA MAS!, dijo Pedro…
    
    Chencho salió del agua y empezó a trepar por una de las rocas. Enseguida, Justin se colocó detras de él y empezó a grabarle en su avance, y lo hizo una y otra ...
    ... vez; con Justin acercando la cámara cada vez mas; la imágenes debían de ser grandiosas, con la preciosidad de culo que se gasta, el cabrón.
    
    Mario, sin embargo se metió en el agua con la otra cámara y unas gafas de inmersión; para poder sumergirse y grabar a Loren bajo el agua.
    
    Por fin, James nos dio permiso para comer.
    
    Había de todo. Hamburguesas, patatas fritas, varios tipos de pizza, pollo frito, tortilla de patatas, pimientos fritos, ensaladas varias, patés, queso, jamón de york… etc., etc.
    
    Y ¡claro!, nos pusimos como el Quico... hasta arriba.
    
    Luego, una marcha tranquila para subir, teníamos que ir subiendo, porque teníamos que montar las tiendas antes de las ocho y media. Según el tío Enrique mas o menos a esa hora empezaría a ponerse el sol.
    
    A nosotros nos tocó llevar una mochila y ellos llevaron las tiendas, que eran más pesadas. El sitio lo había escogido el tío Enrique; y ya quedaba poco para llegar. Solo un esfuercito mas...
    
    Cuando llegamos, aluciné con las vistas.
    
    - ¿Os gusta?, preguntó el tío Enrique
    
    - ¡Tremendo!, contesté...
    
    … y al darme la vuelta para ver lo que me rodeaba, vi que el rio todavía seguía ahí. Solo había que bajar una cuesta llena de hierbajos, de unos treinta o cuarenta metros. ¡Alucinante! ¡Que flipe!
    
    Estábamos encantados y contentos
    
    - ¡GUAU!, dijo Chencho. Esto es el paraiso... ¡me encanta!
    
    El tío Enrique miraba al horizonte e inflaba los pulmones, mientras sonreía con cara de satisfacción
    
    - Hace mucho ...
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