1. De vuelta a casa


    Fecha: 27/08/2019, Categorías: Sexo en Grupo Autor: Anónimo, Fuente: RelatosEróticos

    ... vez las manos del Amo estaban menos sobre la mesa, no me atrevía a mirar por debajo de la mesa, pero seguro que estaban, como mínimo, en sus muslos. Pedimos una segunda bebida y la conversación ya empezó a tratar sobre el sexo, lo que nos había echado de menos, las ganas que tenia de estar con ella….., cuando vi que mi mujer daba como un respingo, no podía más, tenía que ver que estaba pasando debajo de esa mesa. Me excuse y les dije que tenía que ir al baño.
    
    Di un par de pasos y me gire, mirando directamente a las piernas de mi mujer y efectivamente, él le había separado las bragas y le estaba acariciando el coño, coño que tenía a la vista y si yo podía verlo con tanta claridad, seguro que alguien más lo estaba haciendo. Seguí hasta el baño, más que nada tenía que darme algo de agua fría o me iba a correr allí mismo.
    
    A la vuelta me quede un momento en un sitio discreto desde donde podía verlos, mantenía su mano en el coño y debía haberle metido un par de dedos, la estaba masturbando en una terraza de un bar a la vista de todo el mundo, aunque la verdad, es que no parecía que nadie se diera cuenta. Al llegar a la mesa, pague las copas y salimos hacia el restaurante.
    
    Paseábamos por el paseo sin que ella se hubiera abrochado el vestido y lo llevaba abierto hasta la altura del ombligo, así que continuamente se le veían las bragas, a ella no parecía importarle, pero es que tampoco parecía que la gente lo notara, era un poco frustrante, llevar a tu mujer con las bragas al ...
    ... aire y nadie darse cuenta. Llegamos muy pronto al restaurante donde teníamos la mesa reservada, el camarero que nos recibió sí que se dio cuenta de hasta donde llevaba mi mujer abierto el vestido y que lo que enseñaba no era precisamente un bikini blanco, además, a petición de nuestro Amo no se había depilado el coño y la “mancha” negra era más que evidente, nos acompañó solicito a la mesa, eso sí, apoyando la mano en el culo de mi esposa con todo el descaro. Nos sentamos, el Amo al lado de mi mujer y yo frente a ellos, antes de que ella se arrimara a la mesa, el amo le desabrocho un par de botones más del vestido, justo hasta donde empezaban sus pechos y además se lo abrió a cada lado de su cuerpo. El camarero vino al momento con las cartas, mirando sin ningún disimulo a mi esposa, que debía estar dándole un buen espectáculo, con toda seguridad tendría las piernas separadas y con el vestido así abierto, menos las tetas se le estaría viendo todo.
    
    Nuestro Amo pidió la comida y para beber una sangría de cava, bien seca, la conversación seguía muy animada, a una sangría siguió otra, el camarero era muy solicito, sobre todo con mi esposa, yo no veía lo que estaba pasando al otro lado de la mesa, pero por la cara de mi mujer y la desaparición de las manos del Amo, intuía lo que estaba pasando, acabamos la comida y llego la hora de los postres y volvió el camarero, claro.
    
    -A él.-le dijo señalándome a mi.- tráele lo que quiera, a ella ya le doy yo el postre.- le dijo a la vez ...
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