1. La putísima madre (Capítulo 6)


    Fecha: 19/08/2019, Categorías: Incesto Autor: juliomarkov, Fuente: CuentoRelatos

    ... de que entrara mi novia, la cual había llegado hacía pocos minutos al velorio. Hubo un fuerte abrazo, unas calculadas palabras de condolencia y un llanto fingido acompañando el agradecimiento. Luego mi novia preguntó por mí.
    
    —¿No está en la sala? –le dijo la zorra de mi madre.
    
    Tuve que esperar a que se marcharan para poder salir sigilosamente y volver al sector de los dolientes. Allí me reencontré con mi prometida, quien me acompañó el resto del velatorio ofreciéndome sus caricias, abrazos y palabras de consuelo.
    
    Me enorgullecí de haber elegido tan buena compañera. Su bondad me hacía sentir vergüenza de mí mismo. Ella sí era un ejemplo de buena persona. Sin embargo, yo sólo quería enterrar a mi padre de una vez para poder desatar libremente mis más bajos instintos con la mujer que me había traído al mundo. Me imaginaba en su cama cogiendo toda la noche sin parar, ya sin ningún obstáculo en el camino. Pero los planes no iban a salir como yo esperaba.
    
    Luego del entierro me despedí rápido de mis familiares argumentando que quería volver con mi madre a casa para que ambos pudiéramos descansar, aunque lo que en verdad queríamos mi vieja y yo era coger noche y día hasta la sobredosis de placer. Pero, para mi sorpresa, mi novia insistió en acompañarnos e incluso en quedarse unos días con nosotros para estar junto a mí en esos momentos tan duros. Esto era lo último que yo quería, pero no supe como rechazar su ofrecimiento, que en realidad fue casi una imposición. Mi ...
    ... suegro se ofreció para alcanzarle algo de ropa y demás pertenencias útiles para su inoportuna estadía, lo que significaba que ni siquiera iba a tener unos minutos a solas para consolar a mi madre.
    
    Al rato los tres estábamos en casa. Mi madre manifestó estar muy cansada y se retiró a su habitación enseguida, imagino que decepcionada por la infortunada presencia de su nuera. Mi novia y yo hicimos lo propio y nos acostamos en mi cama a descansar.
    
    Yo no podía dormir, sólo pensaba en mi madre y en cómo deshacerme de mi novia, aunque fuera por un rato. Prendí el velador y miré el reloj: eran casi las diez de la noche. Mi novia dormía profundamente. En eso se abrió la puerta de la habitación y entró mi madre silenciosamente. Yo levanté mi cabeza y la observé asombrado. Ella se paró frente a mi cama. Estaba casi desnuda, sólo conservaba su tanga negra de luto. Me miró con gesto provocador mientras llevaba su dedo índice a su boca en señal de silencio.
    
    Yo la observé completa, luego miré a mi novia que dormía boca abajo y la comparación fue inevitable. Calculé que si juntaba las dos nalgas de mi novia, éstas no llegaban al tamaño de una sola de las de mi vieja, y encima mi vieja, a pesar de tener el doble de edad, las tenía mucho más paradas, completamente redondas.
    
    La putona pareció adivinar mis pensamientos, pues inmediatamente se dio vuelta para mostrarme ese orto divino. Luego se agarró bien fuerte una nalga y la movió en forma circular repetidas veces, mientras se mordía el ...
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