1. Mi tía y yo


    Fecha: 19/08/2019, Categorías: Incesto Autor: Anónimo, Fuente: RelatosEróticos

    ... 78.
    
    Mi familia vivía en Bilbao. Éramos mis padres, mi hermano y yo. Teníamos bastante familia y estábamos (y estamos) muy unidos, excepto mi tía Blanca que vivía en Málaga, concretamente en Estepona. Mi tía Blanca es pintora y vive allí desde que pudo independizarse y vivir de la pintura, inicialmente haciendo caricaturas a los turistas en la Costa del Sol, hoy día como pintora muy cotizada en los ambientes artísticos.
    
    Quizás por ese espíritu bohemio nunca se entendió muy bien con el resto de la familia y se ha mantenido un tanto separada de todos nosotros, excepto de mí.
    
    El caso es que era el verano de 1978 y por razones que no hacen al caso ese año no podíamos ir a la playa de San Juan como hacíamos siempre por lo que mi madre decidió que yo no podía quedarme en Bilbao y que necesitaba a mi edad “sol y playa” y le propuso a mi madre enviarme con mi tía Blanca durante el veraneo escolar.
    
    Pro casualidad oí una discusión entre mis padres que llamó poderosamente la atención y que hizo que yo me empeñara con todas mis fuerzas en ir a pasar el verano con mi tía Blanca.
    
    - Ramón, por favor, la niña tiene que ir a la playa. Le conviene mucho – decía mi madre a mi padre.
    
    - Estoy de acuerdo, mujer, pero a Estepona ni hablar – decía mi padre con contundencia.
    
    - Pero, hijo Ramón, es que no la podemos mandar a otro sitio y yo no quiero que se queda aquí – argumentaba mi madre.
    
    - Si estoy de acuerdo, pero con la pintora tortillera ni lo sueñes…- dijo mi ...
    ... padre.
    
    Yo me quedé a cuadros. Resulta que mi madre me quería mandar a Estepona con mi tía Blanca, a la que yo apenas recordaba, pero si tenía de ella un vago recuerdo de mujer muy atractiva y muy cariñosa conmigo, y mi padre se oponía porque era pintora y sobre todo tortillera, es decir, lesbiana. Mi corazón se revolucionó y desde ese momento tuve claro que yo quería ir a veranear con mi tía Blanca. Aquella era mi oportunidad que tanto soñaba.
    
    Una semana más tarde, con la habilidad que siempre la ha caracterizado a mi madre para convencer a mi padre de cualquier cosa, estaba haciendo mis maletas para irme hacia la Costa del Sol. El viaje lo haría sola en un vuelo a Málaga, debidamente aleccionada, documentada y súper protegida por dos azafatas a las que mi madre no paraba de reconvenir sobre mi seguridad.
    
    El caso es que el 17 de julio de 1978 yo llegué a Málaga con el corazón acelerado, el estómago encogido y un enorme calor en mi entrepierna ante las perspectivas que yo misma me había creado.
    
    Cuando bajé del avión, acompañada de una de las azafatas, fui llevada a llegadas nacionales y allí, de pié frente a la puerta y con una sonrisa de oreja a oreja, estaba mi tía Blanca. Nada más verme se abalanzó sobre mí y me estrujó entre sus brazos.
    
    - Hooooooooolaaaaaa, Begoñita, mi niña…..que ganas tenía de verte – me recibió así de efusiva mi tía. De pronto muchos recuerdos se agolparon en mi cabeza y me vinieron a mi memoria las últimas veces que la bahía visto. Si recordaba que ...
«1234...8»