1. La esclavita Luz y sus dos Amos


    Fecha: 10/08/2019, Categorías: Incesto Autor: señoreduardo, Fuente: CuentoRelatos

    Fue un viernes a la noche cuando Pedro, el marido AMO de la sumisa Luz, me llamó para hacerme una invitación muy especial: cenaríamos al día siguiente los tres en el departamento en el que vivían después de casarse.
    
    Eran chicos de 27 años él y de 25 ella, a la que había conocido en un chat de BDSM para después entablar una muy cálida y excitante relación. A mis 65 años me parecía estar viviendo un sueño.
    
    El AMO Pedro sabía de mi existencia en la vida de su esposa-esclava como su amigo y Maestro, y me dijo:
    
    -Quiero probar algo nuevo. ¿Cuento con vos?
    
    -Por supuesto. -le contesté intuyendo lo que Pedro buscaba y relacioné su objetivo para esa noche con algo que Luz me había narrado alguna vez como una de sus fantasías: estar con más de un AMO.
    
    -Si estoy en lo cierto vamos a pasarlo muy bien con esa perrita... -me dije.
    
    Al día siguiente llegué puntual a la cita, excitado por el hecho de que en instantes conocería personalmente a la sumisa Luz.
    
    En el ascensor, Pedro me dijo que lo que pasaría esa noche no lo habían vivido nunca ni él ni su esposa-esclava, y que eso lo tenía muy excitado.
    
    -Todo va a ir bien. -le dije. -Luz ha venido haciendo grandes progresos como esclava.
    
    -Mucho de ese progreso te lo debe a vos, Eduardo. -se sinceró Pedro.
    
    -Y a su real vocación. -le dije. -Luz es un diamante al que hay que ir cincelando. Será una esclava perfecta.
    
    Pedro sonrió orgulloso y lo comprendí.
    
    Ya en el departamento no pude menos que conmoverme ante la ...
    ... esclava Luz, que nos esperaba de pie, con la cabeza gacha y las manos atrás.
    
    Miré a Pedro:
    
    -Perfecto. -le dije, y él volvió a mostrarse orgulloso.
    
    Luz era aún más hermosa que en esa foto que yo había contemplado tantas veces mientras chateábamos. Se adelantó hacia mí y sin alzar su cabeza dijo:
    
    -Buenas noches, Amo Eduardo ¿cómo estás?
    
    -Bien, sumisa Luz, y complacido, por supuesto, de conocerte en persona. -y adelanté mi mano que ella besó provocándome un estremecimiento con el roce de sus labios.
    
    Después de los saludos, el Amo Pedro invitó a sentarnos a la mesa y su esposa-esclava se dirigió a la cocina. Mientras tomaba asiento no pude contener una mirada a la cola de la sumisa Luz, esa cola que más tarde el Amo Pedro y yo íbamos a someter a una buena sesión de spanking, como parte de lo que haríamos con la perrita si se confirmaba mi sospecha respecto de lo que se proponía el dueño de casa al invitarme. De inmediato, como si hubiera leído mis pensamientos, el Amo Pedro me dijo:
    
    -Eduardo, quiero que los dos tengamos una sesión con Luz, por eso te invité.
    
    -¿Ella lo sabe?
    
    -No, no se lo dije, pero ésa es una fantasía que tiene desde hace mucho y que a mí también me excita. No podría ser con otro Amo más que vos, porque te tenemos confianza ¿entendés?
    
    -Claro. -dije, y le pregunté a Pedro sobre los límites que yo debería imponerme en la dominación de su esposa-esclava.
    
    -Bueno, qué sé yo, no me... no me gustaría que la penetres, por ejemplo, pero los ...
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