1. Luchar sin armas


    Fecha: 09/08/2019, Categorías: Incesto Autor: dulces.placeres, Fuente: CuentoRelatos

    Cabellos largos hasta la cintura, lacios, castaños, hermosos ojos negros de mirada pecaminosa, rostro de ángel, más propio a una niña que a una mujer, diminuta nariz donde unos elegantes anteojos de aumento hacían equilibrio, sus labios la fruta prohibida, centenares de sexis pecas poblando sus mejillas, pechos pequeños pero perfectos, cinturita de modelo y anchas caderas, un culito respingón y piernas talladas a mano, de baja estatura, como el veneno, en envase pequeño. Era esas chicas que todo chico giraría para verla al pasar y cada hombre casado podría haber tenido un problema con su esposa solo por mirarla.
    
    Esa fue la impresión que tuve al conocer por casualidad a Rocío, en esos días ya tenía un local de ropas para mujeres, ropa formal, informal, lencería, de todo un poco.
    
    Yo estaba de novio con una chica hacía ya algún tiempo, se acercaba el día de los enamorados y el destino me llevó a su negocio, solo quería regalarle un conjunto sexi de ropa interior y fue el momento de charlar con Rocío, siempre dijimos que fue amor a primera vista y el estar viendo con ella delicadas prendas íntimas femeninas tornó la conversación un tanto sensual.
    
    Entre sonrisa y miradas cómplices la invité a salir y una cosa llevó a otra.
    
    Lo curioso fue que nuestro primer año compartido fue una relación clandestina, ella también tenía un noviecito cuando la conocí y nos encontrábamos un tanto a escondidas, a espaldas de nuestras respectivas parejas. En algún punto fue una relación de ...
    ... amor y odio, la inseguridad no nos dejaba cortar nuestros lazos previos, y de la misma forma que le reclamaba y me molestaba saber que se acostaba con otro tipo y no me acostumbraba a imaginarla desnuda con otro, a ella tampoco le hacía gracia que yo estuviera al mismo tiempo con otra mujer y obviamente exigía que fuera solo para ella.
    
    El tiempo hizo lo suyo, rompí con mi novia de común acuerdo, lo nuestro no funciona y al pocas semanas después su novio se enteró que le metía los cuernos conmigo con lo que también cortaron su relación.
    
    Libre el camino de obstáculos oficializamos nuestra relación, se la presenté a mis padres, Rocío parecía ser esa chica que cada chico quiere presentar a sus padres y decirles ‘esta es la persona que elegí para compartir mi vida’ y añora que la acepten como una hija más.
    
    Al tiempo nos casamos, todo fue perfecto al principio pero un par de años después tuvimos el primer desencuentro, la descubrí siéndome infiel, casualmente con el mismo noviecito al cual yo se la había robado, donde hubo fuego cenizas quedan…
    
    Rocío ensayó miles de escusas, típicas de mujeres, con lágrimas en los ojos asumiendo un rol de víctima, ‘estoy confundida’ me dijo…
    
    Nos distanciamos, dejamos el mundo girar y el tiempo curó las heridas, olvidamos el pasado y nos dimos una segunda oportunidad.
    
    Ella llegaba a los treinta cuando quedó embarazada, nació la pequeña Rocío quien traería nuevos y frescos aires a la relación, pero Rocío no se mostraba muy feliz en ...
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