1. Le afeité los huevos a papá


    Fecha: 02/08/2019, Categorías: Incesto Autor: Rosetta, Fuente: CuentoRelatos

    ... porquería insulsa de costumbre. En esto estábamos cuando me sorprendió con la gran noticia.
    
    —El viernes por la noche me he citado con Lola—me dijo, risueño como un colegial.
    
    —¡Que buena noticia, papá!—exclamé antes de abrazarme a él—. Sé que suena duro que yo lo diga tras separarte de mamá, pero me alegra mucho que te hayas ilusionado con otra mujer.
    
    No sabría decir quién de los dos estaba más contento; sin embargo, aquella cita traía condiciones nada convencionales. Al menos esto es lo que pensé cuando soltó la bomba.
    
    —Verás, Lucí—dijo con ceremonia—. Tengo un problema relacionado con mi cita y necesito que me ayudes.—Yo le miraba impaciente por conocer lo que tenía que pedirme. Le hice un gesto para que continuara—. En otras circunstancias no me atrevería a tanto, pero mira en qué condiciones me hallo…—Hizo una pausa y mostró sus manos aparatosamente vendadas—. El caso es que necesito que me afeites; a Lola le gustan los hombres rasurados ahí abajo; en estas condiciones yo no puedo y...
    
    —¡Basta, papá! No sigas porque me mandas al hospital con un corte de digestión.
    
    No podía creer lo que mi propio padre me pedía, algo que jamás había hecho a varón alguno.
    
    —No me mires así, hija mía, no me mires así porque me matas.
    
    Yo no le miraba de ningún modo. Incluso luchaba por desviar la mirada, pero no podía, no podía apartar mis ojos de los suyos, entristecidos, abatidos por la vergüenza que suponía para él recurrir a lo que no se debe recurrir. ...
    ... Desesperada, traté de disuadirle, de mostrarle otras alternativas más razonables.
    
    —Puedes ir a un sitio especializado—propuse en primer lugar.
    
    —No, hija, eso ni lo pienses. Yo no me dejo tocar las pelotas por otro tipo.
    
    Obvio que en un centro para mujeres no se lo harían.
    
    —¿Y si le pides a Lola que te lo haga ella?
    
    —¿A Lola? No, hija. Quedaría como un mentiroso porque el otro día presumí con ella de ir siempre rasurado. Sí, ya sé que mentí…, pero lo hecho, hecho está.
    
    —¡Joder, papá…!—exclamé perdiendo la paciencia—. Pues contrata a una puta y que ella te lo haga.
    
    —Luci, donde yo le diga a una puta que venga a afeitarme las pelotas, me manda a la mierda por chiflado. Además, ¿tú crees que esas mujeres tienen herramientas adecuadas para zona tan delicada? Imagina que me cae una esquiladora de ovejas y me lo hace igual que a ellas…
    
    —No, papá—le frené en seco, sin poder contener la risa, imaginando la escena—, no sigas porque me hago una idea.
    
    A fin de cuentas, esta última gracieta sirvió para rebajar un tanto la tensión del momento. No obstante…
    
    —¿Sabes lo que te digo?—pregunté muy seria antes de responderme a mí misma—. Que te apañes como puedas porque yo paso.
    
    Me levanté de la silla como un resorte y me fui pitando a mi cuarto, desoyendo sus quejas, súplicas e intentos de soborno.
    
    Al menos tuvo la decencia de no aparecerse por mi dormitorio, pero lo que hizo fue casi peor. Yo estaba tan tranquila chateando con mis amigas, tratando de evadirme de mis ...
«1234...8»