1. La rubia, el marido y el tren


    Fecha: 20/05/2019, Categorías: Sexo en Grupo Autor: Anónimo, Fuente: RelatosEróticos

    ... preciosa?-
    
    -Mirá, mi marido baja en Liniers a llevar al nene a la guardería y se va al trabajo, yo voy hasta Flores, si aguantan un ratito podemos ir a un telo…-
    
    Leo escuchó la propuesta y me guiño el ojo. –Está bien, nena, hagámoslo en un lugar más cómodo- le respondió sin sacar su dedo del culito de la chica. Cuando el tren llegó a Liniers retiramos nuestras manos de sus curvas y ella se acomodó el vestido blanco. Su marido bajó con el nene saludándola al pasar y ella les tiró un beso. El tren se despejó casi a la mitad, por lo que tanto Leo y yo como ella quedamos despegados como si nada hubiera pasado durante el “movido” viaje.
    
    -Muñeca- dije –Me llamo Roly y él es Leo. ¿Vos cómo te llamás?-
    
    -Vivi- contestó sonriendo.
    
    -Hola Vivi, la pasamos bien hasta acá, ¿verdad?-
    
    -¡Claro!- respondió –ustedes dos son unos atrevidos, abusarse así de una mujer indefensa…-
    
    -Tenés razón, preciosa- dijo Leo –no debimos aprovecharnos de tu hermoso cuerpo, tal vez ahora no quieras saber más nada con nosotros…-
    
    -¡Ah, no! –dijo pícaramente- lo que se empieza, se termina, chicos. No me van a dejar con la calentura que me hicieron agarrar…-
    
    -¿Puedo preguntarte algo?- dije
    
    -Claro…-
    
    -¿Por qué permitiste que dos tipos desconocidos te metieran mano por todos lados sin siquiera preocuparte por tu marido?-
    
    -¿La verdad? Porque me excitó tu mano en mi cosita cuando subimos al tren…mi marido trabaja todo el día, llega a casa destruido casi a las once de la noche, y ...
    ... cuando quiero algo con él me dice que está fusilado, que debe madrugar al otro día, y por semanas me deja con las ganas…-
    
    -Perdoname, pero es un tonto! ¡Con semejante mujer, ni un terremoto me impediría hacerte el amor!- contesté.
    
    -Eso es lo que yo quisiera, pero…Carlos no piensa igual que vos. Apenas si lo hacemos los domingos, cuando no tiene que ir a trabajar, y yo no puedo estar toda una semana sin sexo…-
    
    -Y decime…¿Has hecho otras veces lo mismo que pasó hoy con nosotros?-
    
    -Y… sí… a veces me he dejado manosear en este bendito tren, no puedo negarlo… pero para serte sincera, es la primera vez que lo disfruto tanto…es que en general, los que te meten mano parecen buitres, te apretujan el culo o las tetas como si quisieran llevárselos a su casa…-
    
    -¿Y alguna vez trataron de mandarte el pedazo?-
    
    -Un par de veces me lo apoyaron entre las nalgas, pero conseguí zafar de la culeada, sólo los dejé jugar con mi rayita…-
    
    -¿y te has acostado con otro que no sea tu marido?-
    
    -Una sola vez, hace un par de meses…-
    
    -¿Y como fue?-
    
    -Yo estaba sola en casa una mañana, cuando apareció un viejo amigo de mi viejo, tiene unos sesenta años y siempre fue muy cariñoso conmigo, yo era como su “sobrinita” según él decía. La cuestión es que empezó a alabarme (yo tenía puesta una mini) las piernas, y se fue envalentonando cada vez más, me decía que envidiaba a mi marido, que ya quisiera él tener una mujer así, etc., y en un momento dado se me acercó por detrás y me apoyó su ...