1. Engañé a mi mujer haciendo compras


    Fecha: 20/04/2019, Categorías: Infidelidad Autor: NY City, Fuente: CuentoRelatos

    Si hay algo que odio es ir de tiendas con mi mujer. Ir de un perchero a otro viendo ropa, esperar mientras se decide, saca un jersey, saca otro, mira una falda, pregunta el precio de una blusa.... Y yo, de paquete, aguantando el tipo.
    
    —¿Qué te parece?
    
    —Muy bonito.
    
    —¿Pero no te parece demasiado caro?
    
    —No, está bien.
    
    —¿Pero con qué lo combino?
    
    —Pues con cualquier cosa azul.
    
    —Bueno, la falda azul podría irle... pero... la verdad, no, no, es demasiado caro.
    
    —Si a ti te gusta no es demasiado caro.
    
    —Además la falda azul tal vez se mate con esto... ¿Y a ti te gusta?
    
    —Es perfecto.
    
    —Claro, qué me vas a decir —Tal vez fuera eso, que o no le podía decir nada o que lo que le podía decir no iba a cambiar su opinión. Porque en realidad ese tipo de conversaciones eran monólogos en voz alta de mi mujer y yo simplemente era público (cautivo).
    
    Yo no compro así. Entro, miro, y compro. "Vini, vidi, vinci", decía César, y quién sabe si no lo dijo como regla para hacer la compra, pero a mí me vale. Se me ocurren cien millones de maneras de pasar el tiempo, mejores que estar en una tienda viendo trapos.
    
    Todavía si fuera lencería, si mi mujer me hiciera un pase en plan erótico-festivo, si se liara la manta a la cabeza y allí mismo en el probador me dijera "¡sí, sí, rómpeme...!"
    
    "Cuando cuente tres te despertarás y sacarás la mano del orinal", pensé, burlándome de mi mismo. Sí, desde luego, todas esas escenas que habrían hecho de un día de compras una ...
    ... experiencia apetecible sólo se podían dar en sueños. Carmen es muchas cosas (todas buenas, por supuesto, si no jamás me habría casado con ella), pero no es de este tipo de personas…. De mi tipo, he de reconocer.
    
    Todo lo más, un día que le diera desatado, me sorprendiera con un modelito picarón, pero en casa, de noche, en el dormitorio (en el lugar y a las horas que ella cree que son las correctas). Jamás en un sitio público, en un aquí te pillo aquí te mato.
    
    O ni siquiera, que ella es más de camisón de jovencita, no de "negligé" salvaje.
    
    …Y, desde luego, jamás diría algo como "rómpeme" o "dámelo todo".
    
    En general, cuando lo hacemos dice cosas como "te quiero" y "eres el hombre de mi vida" o suspira... ¡Lo que está muy bien, no me entiendan mal!, pero a veces uno echa de menos poder ser un auténtico cerdo, una bestia, una fiera… Algo más sencillamente sexual, primario....
    
    ¡Y ya si encima le pones algo de morbo!
    
    —...Bueno, contéstame: ¿no te parece que éste es demasiado ligero para el tiempo que hace?
    
    —¿Hmm?
    
    —No me ayudas mucho, Fernando ....
    
    Nada, no la ayudo nada. Y uno quiere servir para algo, ser de utilidad. De hecho.... ¡no me importaría serlo con la que de repente veo dos mostradores más para allá!¡No me importaría nada!
    
    ¡Pedazo de mujer, dios mío! Sólo mirarla, siento cómo se me pone dura. Probablemente se podría rastrear el camino que había recorrido en sentido contrario, remontándolo como río arriba, por el empalme que llevaría todo hombre con ...
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