1. Alicia 13/25


    Fecha: 05/03/2019, Categorías: Hetero Autor: evloguer, Fuente: SexoSinTabues

    ... comunicarse con las miradas que me estaba comenzando a molestar. Alicia dijo que mejor me vaya a buscar el supositorio que había sobrado, ese antifebril que le metía por el culito a mi nena hace poco tiempo. Caminaba hacia el botiquín para cumplir con el encargo mientras mascullaba que eso no podía seguir, solamente yo podía hablarle con los ojos a mi beba, solamente nosotros conocíamos ese lenguaje secreto y tan especial. O empezaban a decirme las cosas clarito o me tendría que enojar, aunque imaginaba como castigo a mi nena sobre el regazo, la falda levantada y la cola roja por mis palmazos, dudaba si sería un castigo o un premio. Tomé la cápsula y volvi a la pieza de mi diosa, estaban manipulando a la criatura, parecía que estaba en una yerra, que estaban por marcar un animal. Mi nena la ponía de pancita, ya no llevaba el calzoncito y Mary le susurraba en la orejita que le tenían que poner una medicina, que así enfermita no podría jugar con nosotros. La forma en que la trataban no parecía indicar preocupación, creo que la nenita no sufría de nada pero le estábamos por meter el antifebril de todos modos. Yo traía el supositorio apuntando al techo y Alicia me increpa "que esperás". Al final me tocaba hacer de enfermero, ya inclinado sobre la cama estaba por insertar la cápsula cuando la hermana me dice "así no, bruto". Parecía que todas me estaban retando hoy, esta situación se ponía densa. Mi hijita para explicarme con claridad, se agachó para atacar a lengüetazos ese ...
    ... minúsculo culito, "ves, así se hace, tiene que estar bien lubricado ese anito tan chiquito" , al menos no me estaba retando, era una sencilla explicación y su voz tenía una vibración especial, sonaba excitada, sonaba como mis propias palabras cuando días atrás al supositorio se lo tenía que meter a ella. Así que mojé el tubito con la boca y me dispuse a introducirlo allí, la criatura parecía estar durmiendo, quietita y relajada, las dos nenas se acercaron para presenciar el trabajo y sus manos no me ayudaban, estaban tocándose las puchitas mutuamente, otra vez dejándome afuera de sus juegos. El agujerito estaba apretado, aún estando lleno de saliva no parecía muy fácil meter algo allí, pero si eso dejaba salir la caquita también podría entrar algo del mismo tamaño, hice presión hasta que cedió y se fue metiendo la ovalada cápsula hasta desaparecer, mi nena estiró un dedo y se aseguró de que el agujerito no dejase escapar al invasor. Sus manos se movían frenéticas en la intimidad de la otra pero yo quería intervenir con mis dedos en aquellas zonas, ellas adivinaron mis intenciones y sus manitas saltaron sobre mi casi dormido monstruo. No tardó mucho en revivir, esos dedos obraban magia y mi nena quería ayudar con su boca, logró engullir una buena parte, estaba aprendiendo rápido a tomar la mamadera, tal vez demasiado rápido. Yo estaba estaba esperando la explosión, veríamos si lograba mantener todo en la boca como la amiga pero las nenas tenían otro plan, tomaron el trozo de carne ...
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