1. Alicia 13/25


    Fecha: 05/03/2019, Categorías: Hetero Autor: evloguer, Fuente: SexoSinTabues

    Alicia 13 Desperté con una mano pasando por mis cabellos, era Mary que venía a buscarnos. Se suponía que yo estaba en esa faena pero tampoco regresaba, creo que en esa habitación había un vórtice espacio-temporal que se tragaba a la gente. Lucía un peinado diferente, al final habían surtido efecto las manos de mi mujer. Su rostro dibujaba unas sonrisas pareciendo delatar que la sesión de peluquería había sido más completa de lo esperado, me mordía por preguntarle pero mejor si ella se soltaba solita. Ofrecíamos un gracioso cuadro, los tres dormitando abrazados como un trencito. Si bien la espada no se había incrustado en su vaina porque que el tejido lo impedía, era evidente la intención. Con ojitos pícaros me preguntó si necesitaba ayuda, que sería muy doloroso tener que mantener al pobre monstruo bajo la tela. Yo me ponía algo nervioso calculando que podía aparecer la bruja en cualquier momento pero me apaciguó diciendo que estaba preparando la comida, y que lo hacía en un estado de tranquilidad total. No entendía bien eso del estado de tranquilidad pero su mano intentando sacar al animal de prisión me hizo olvidar el asunto. Mary realmente era habilidosa para esos menesteres, en un segundo ya lo tenía en la mano y lo obligaba a hacer gimnasia, arriba y abajo, una y otra vez, el pobre bicho estaba transpirando algo espeso. Mi nena no se quería mover mucho para poder vigilar el sueño de Sandrita pero sabía que a su espalda se estaba desencadenando algo, no le resultó ...
    ... extraño sentir unos dedos que bajaban lentamente su bombachita, sabía que esas manos no eran las mías ya que mi política era correrla de costado para hacer espacio. Ambas manos de Mary estaban ocupadas, no lograba decidirse cuál estaba sintiendo cosas más placenteras, pero sin dudar el placer era solamente mío, sabía que mi garrote terminaría en ese culito. Esta vez María quería devolver el favor a su amiga y bajó la cara hasta casi interponerse entre las carnes redondas y la carne puntiaguda. No podía rechazar una en favor de la otra así que mientras su mano me recorría el miembro, su lengua se enterraba en el hoyito de Alicia. La espada también debía ser lubricada y recibió la atención esperada, repartía su boca entre ambos manjares y dejaba abundante saliva en los dos. Tomó la base del tronco y lo apoyó en la puertita posterior de mi nena, no me hice esperar y ayudé a meter mi carne lentamente en el agujerito que ya conocía este tipo de visitas. Estaba peligrosamente cerca de llenar ese anito con leche y mi nenita quería aplazar el evento, quería probar nuevas cosas aunque cada vez quedaban menos novedades. Hablando entrecortada por la emoción, o tal vez por sentir un garrote metiéndosele en la cola, le tocó la frente a la bebita y dijo que la notaba un poco afiebrada. Sus palabras me infundieron la preocupación necesaria para que el compañero se solidarice, reduciendo su tamaño para salirse solito. Mary todavía sostenía el tronco, había olvidado abrir esa mano, y nuevamente ese ...
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