1. Ayudando a Mamá (04).


    Fecha: 20/01/2019, Categorías: Incesto Autor: nokomi, Fuente: RelatosEróticos

    ... habitual, su culo estaba más que rico y apretadito y ella se movía mucho. Le agarré las nalgas y se las abrí mientras ella saltaba.
    
    Después de unos minutos volvió a acomodarse para que penetrara su vagina. Me gustó mucho que hiciera eso ya que la sentí muy diferente, en contraste con el culito ésta estaba toda mojada y abierta, era suave y cálida. No pasó mucho tiempo hasta que un torrente de leche acumulada por tres días le llenó las entrañas. Sentía que los chorros eran fuertes, seguramente estaban llegando hasta lo más profundo de su ser. Ella se movió energéticamente hasta que largué la última gota.
    
    Su boca se desprendió de la mía, estaba llena de saliva, seguramente yo la tendría igual. Me miró a los ojos sin apartarse, aún podía sentir la calidez de su sexo.
    
    - No tendríamos que haber hecho eso – me dijo preocupada.
    
    - Fue algo que pasó solo – le dije para que no se sintiera mal.
    
    - Si, lo sé – sus ojos soltaron algunas lágrimas – es que nunca un hombre me había tratado tan bien como vos lo hacés. Con tanta ternura y amor.
    
    Intentó limpiarse la mejilla con el dorso de su mano pero las lágrimas seguían brotando. No llegué a llorar pero me conmovieron mucho sus palabras. La abrecé fuerte y ella hizo lo mismo. Apoyó su cabeza contra uno de mis hombros y yo hice lo mismo sobre uno suyo. Mi pene se estaba poniendo flácido aún dentro de su vagina y pude sentir cómo el semen iba brotando hacia afuera, cayendo sobre mis huevos y manchando la silla. Ninguno de los ...
    ... dos demostraba la intención de levantarse. Escuchaba su llanto en mi oreja y me apenaba mucho. Pasaron unos diez minutos y ninguno se movía. Por primera vez en mi vida decidí que debía ser yo quien tomara una decisión madura y responsable. Froté su espalda amistosamente.
    
    - Está bien mamá, ya terminó todo – dije con voz suave – te quiero mucho.
    
    - Yo también te quiero mucho – me contestó poniéndose de pie lentamente. Su vagina estaba llena de líquidos. Me dio un beso corto en la boca y se fue caminando hacia el baño.
    
    Desde ese día nuestra relación cambió radicalmente. Ya ninguno andaba con poca ropa por la casa, ella hasta había dejado de usar atuendos sexys. Vestía siempre con pantalones holgados o remeras que le quedaban demasiado grandes. Siempre llevaba puesta su ropa interior. Evitábamos permanecer demasiado tiempo juntos, yo salía más con mis amigos e intentaba no volver a casa hasta ya muy tarde. A ella no le molestaba ya que aún cumplía su deber de madre y me preguntaba dónde había estado. Le contestaba con la verdad ya que no hacía nada malo. Hubo un par de veces que volví borracho y se enojó conmigo, en parte me alegró que lo hiciera, eso me recordaba que era mi madre.
    
    Las semanas pasaban, dos, tres, cuatro. Ya íbamos por la quinta semana y la convivencia se había tornado un poco forzada. Éramos como una pareja de ex novios intentando vivir juntos. No discutíamos pero sí teníamos situaciones tensas, especialmente si estábamos solos en la misma habitación. ...
«1234...9»