1. La historia de Ángel, solo era un muchacho (14)


    Fecha: 12/01/2019, Categorías: Gays Autor: Albany, Fuente: CuentoRelatos

    Guido había terminado de darme las clases y salí en busca de Damián, pensaba que ya estaba preparado para tener el examen y obtener el título que me facultaba para poder conducir, manejaba perfectamente el coche y prácticamente sabía de memoria el libro de normas que Pablo me había entregado y pasaba los ejercicios con un solo error o dos como máximo.
    
    Pablo opinaba que era mejor presentarme por medio de una academia oficial y que debían impartirme alguna clase en carretera y las vías públicas, ahí no podía intervenir Damián.
    
    Después de la clase marché a mi habitación hasta que volviera Pablo de la uni. Observé el documento de identidad que Eduardo había conseguido para mi, seguía conservando el nombre que mis padres me habían dado “Ángel”, lo único que me habían dejado, el resto era todo diferente, la fotografía era reciente, y con el cambio experimentado, conservaba muy poco del ”Ángel” que era antes.
    
    Había memorizado las dos hojas que narraban mi breve historia, repitiéndola hasta la saciedad en mi cabeza hasta acabar por creerme que yo era aquella persona que aparecía en los papeles.
    
    “Mi padre había sido un militar de alta graduación que había fallecido con mi madre en un accidente aéreo, no tenía más familiares que un tío lejano y el amigo más próximo de mis padres, Eduardo, me había acogido en su casa.”
    
    Esta era la base de mi historia y luego, lo demás, eran detalles de mi vida: fechas, el nombre de los que habían sido mis abuelos. Al parecer ese muchacho ...
    ... existió aunque también había fallecido en el mismo accidente de sus padres. Eduardo se encargaba de que todos puntos los supiera al dedillo hasta el punto de que lo consideraba real y mío.
    
    Al día siguiente Pablo tuvo que marcharse a la hacienda, su tía estaba muy grave y quería estar presente, pasar las ultimas horas a su lado y despedirse de ella.
    
    Durante la comida Ana se fijó en mis uñas y me pidió que pasara por su habitación para quitarme el esmalte que se había estropeado, nos estábamos volviendo más próximos pareciendo amigos, no se inhibía para mostrarse casi desnuda ante mi, o vestir con ropa semi transparente mostrando sus breves y duros senos como los de una chica quinceañera.
    
    El miércoles Eduardo se presentó en la sala de clases antes de que termináramos, quería que cuando finalizáramos pasara por la biblioteca donde me esperaba.
    
    La noche la había pasado inquieto sin Pablo que me abrazara, me estaba haciendo dependiente de su presencia en mi cama sin darme cuenta, y lo notaba ahora que no le tenía.
    
    Me despedí de Guido hasta el día siguiente que le vería en las clases de baile y atravesé media casa para llegar donde Eduardo me esperaba. Había un hombre con él y se sentaban en la parte de estar, el hombre era fuerte más que gordo, llenaba totalmente el sillón chester con su voluminoso cuerpo, además tenía las piernas estiradas sobre un reposapiés a juego del sillón.
    
    Retiró rápidamente los pies colocándolos en el suelo cuando entré en la biblioteca y ...
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