Primo Bully, parte 3 - Relatos Eróticos

Primo Bully, parte 3

... visto tu cara. ¡Ja, ja, ja!

Para esto ya lo miraba de frente de nuevo, riendo a carcajadas, doblándome un poco de la risa, con el short bien metido entre mis nalgas, mostrándoselas por momentos, viendo la cara de menso que ponía sin atinar a decir algo.

Entonces fue por el balón, que había caído en unas matas, y cuando regresó me lo lanzó con fuerza y me dijo:

- Tú has de ser muy bueno putito. Vamos a echarnos un 21, a ver si muy salsa.

Mi respuesta fue simplemente comenzar a botar el balón y encestar.

- Va, un 21, pero primero déjame echar unos tiros para calentarme.

Le lancé una de esas miradas cachondas, a ver cómo reaccionaba, y continué:

- Tú ya llevas un rato tirando, ya debes estar bien calientito ¿o no? -mi mirada y gesto y actitud, sexy y un poco burlona-. Además conoces perfectamente tu tablero y tu canasta y tu cancha.

- Tira lo que quieras Andrea, de todos modos te voy a coger.

- ¿Coger? ¿En serio? ¿Me vas a coger?

Y más miradas cachondas, ahora acompañadas de inflexiones en la voz que la hacían incitante y sexosa, además de que mis movimientos eran suaves y ciertamente amanerados, no demasiado, y además ese short que seguía bien metido en mi culo dejando ver más de media nalga de cada lado.

- Apuesto a que te mueres de ganas Toñito. ¿A poco no?

Eso fue una provocación abierta para ver que decía, pero se quedó callado, como desarmado.

La expresión de Toño era reveladora; estaba haciendo un esfuerzo para defenderse, para ...

... controlarse, haciéndose el rudo, pero la verdad es que se le caía la baba por el espectáculo que le estaba dando.

Practiqué unos tres minutos, botando, tirando, encestando casi todas, moviéndome de manera francamente femenina, sexy, provocando a mi primo que en verdad estaba mirándome como idiota.

Cuando terminé, le lancé el balón con la misma fuerza con la que él lo había hecho y le dije con esa voz cachonda:

- Ya Tony, estoy listo para que me co-jas, a ver si es cierto -mientras le lanzaba esa mirada putona que le aprendí a las actrices porno-.

Pude ver que Toño tenía la verga bien parada y trató de ocultarla con el balón; eso me puso super caliente porque sabía que yo era la razón de su erección y me encantaba esa sensación de ser deseado y provocar que se le parara la verga a alguien. Entonces, recuperando su ánimo, preguntó:

- Bueno Andrea, pero vamos a hacerlo más interesante ¿no? Vamos a poner un castigo para el que pierda, ¿te late?

Lo pensé un par de segundos y respondí con esa actitud y maneras sexosas que parecían provocar un fuerte efecto en Toño:

- Pues no sé, tú estás muy seguro, ¿no dijiste que me ibas a coger?

- Bueno, sí, pero no sé cómo juegas, quién sabe, ¿qué tal si me ganas?

- Bueno Tony, entonces ¿qué te parece que ese sea el castigo?

- ¿Cuál?

- Pues que el que pierda se deje coger por el otro.

Toño peló los ojos bien grandes y se puso rojo:

- ¿Qué? No mames, ¿es en serio?

- ¿Qué, pinche Tony? ¿Me vas a decir que ...